El dilema de dar vuelta atrás o avanzar

La tercera ola de Covid-19 viene acompañado con el fantasma del apagón socio-económico; pero ¿será inteligente hacerle caso?

Por: Guillermo Castillo

La tercera ola del Covid-19 golpea a México con fuerza y durante las últimas semanas, ha demostrado lo que (no tan) en el fondo, gobierno y sociedad ya sabíamos pero no queríamos enfrentar: la pandemia nunca estuvo superada.

Pongo como ejemplo al estado de Puebla. Este 6 de agosto, el «semáforo epidémico» de la Secretaría de Salud federal lo colocó oficialmente en semáforo naranja; pero apenas 4 semanas atrás, este mismo instrumento lo ubicaba en semáforo verde y había permanecido ahí al menos otro mes antes.

La cantidad de contagios aumenta de forma exponencial y la hospitalización, aunque se incrementa a un ritmo más lento, ya preocupa otra vez y pone a las autoridades a correr con la reconversión de las instalaciones des reconvertidas apenas unos meses atrás.

Mientras tanto, tenemos encima el regreso a clases y la necedad (o necesidad) de la gente por estar en la calle, ya sea por trabajo o esparcimiento, junto con el fantasma del apagón socioeconómico y un nuevo confinamiento obligado.

Porque ¿Quién no ha pensado más de una vez en que el gobierno debería decretar de nuevo el cierre de las actividades «no esenciales» para enclaustrarnos «mientras pasa lo peor» de la enfermedad?

Yo sí, pero casi inmediatamente después, me pregunto: ¿Cuánto podría soportar un estado como Puebla y una ciudad como la capital del estado con esas condiciones? También reflexiono ¿Con el nuevo cierre y la vacunación acabaríamos con el problema?

Las respuestas son casi obvias: Ni económica, ni social, ni emocionalmente podríamos aguantar un nuevo confinamiento largo (pensando sólo por lo que resta del año, por ejemplo). Apenas estamos registrando y entendiendo (que no revirtiendo) los estragos del primero, en 2020.

Además, el cierre, y está demostrado, no sirve para arreglar las cosas. Es, en todo caso, un paliativo muy costoso.

Es en este punto, donde el gobierno debe tomar las decisiones más polémicas y la sociedad, tomar conciencia de sus propias acciones, a sabiendas que cada uno de nosotros podemos ser, aún sin saberlo y sin quererlo, quien firme la sentencia de muerte propia o ajena.

Las autoridades señalan que no apagarán nuevamente al país. Un asunto que puede pensarse como irresponsable, pero si empujamos un poco, nos daremos cuenta que cerrar sólo llevará a nuestras familias al desempleo, el endeudamiento y a una cascada de problemas sociales y emocionales, como la depresión o el quiebre del tejido social, que durarán mucho más que la pandemia.

El virus del Covid-19 no se va a ir nunca, aún cuando la pandemia se declare terminada. Necesitamos recuperar nuestra vida y aprender a coexistir con él.

No digo, aclaro, que nos lancemos a la aventura de forma irresponsable y exploremos cómo nos va a ir con un contagio. Lo que sí digo es que usemos que ya sabemos que funciona para cuidarnos y hacer el compromiso personal de mantenerlo todo el tiempo necesario.

También digo que seamos conscientes de que si rehusamos a seguirlo, no solo somos susceptibles de enfermarnos sino de provocar la enfermedad de alguien más y la salud de esas personas también está sobre nosotros.

Sabemos que vacunarnos es indispensable, que usar cubrebocas es insustituible, que lavar nuestras manos constantemente es primordial, que mantener sana distancia y evitar aglomeraciones es útil, que tomar alimentos y suplementos para fortalecer el sistema inmune es bueno para enfrentar con más solvencia un contagio y que la atención médica temprana ante una sospecha, hace toda la diferencia entre un cuadro leve y uno grave.

Los elementos ahí están y ninguno puede obligarte a aplicarlos, ni tú puedes obligar a nadie; pero sí puedes decidir usarlos en ti mismo. Se llama dominio propio.

El dilema es: ¿damos vuelta atrás y entramos al ciclo donde hemos vivido los últimos dos años como si no supiéramos nada de la enfermedad o avanzamos con las herramientas que nos han costado la vida de miles?

Piénsalo y decide.

Hasta la próxima.

Guillermo Castillo

Tengo 11 años de experiencia periodística y sigo aprendiendo. He colaborado para Cómo?, ABC Radio, Milenio, Diario El Popular, Radio Oro, Urbano Puebla y MVS Noticias. Hoy dirijo En Vivo Mx. El camino andado sólo sirve para dar el siguiente paso.

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