¿Y el reparto de utilidades?
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Por: Verónica Ruiz Nava
Querido Pueblo Mío: Los que hemos sido trabajadores de empresa esperamos con cariño el mes de mayo para recibir ese dinero extra, el pago del reparto de utilidades. Los que ya no somos, lo extrañamos.
Los trabajadores de la IP que hayan laborado más de 60 días el año anterior; ya sea que aún laboren o no pueden recibir utilidades. Además, la empresa debió reportar ganancias durante el ejercicio 2019.
¿Qué pasa con el reparto de utilidades en tiempos de Covid-19?
En términos generales y con las excepciones que prevé la ley vigente, el pago del reparto de utilidades deberá realizarse justo en este mes mayo para empresas. En el caso de trabajar para personas físicas con actividad empresarial el pago debería realizarse este junio o hasta agosto si declaró sus impuestos dentro de la prórroga.
Si la pregunta es qué pasa con el reparto de utilidades en tiempos de Covid-19, la respuesta sería la misma que se daría durante los tiempos “normales”. La IP debe realizar el pago del reparto de utilidades en mayo, en términos generales.
Afectará la liquidez de las empresas, es cierto. También es cierto que la utilidad se generó durante el ejercicio 2019 y dentro de la planificación ya se debería tener contemplado el pago del reparto de utilidades.
Algunas empresas, por otro lado, han utilizado de manera permanente políticas para evadir en mayor o menor medida el peso del derecho del trabajo a través de outsourcing o contratación por honorarios. En ese caso, esos trabajadores no tendrán oportunidad ni de recibir el pago por el reparto de utilidades ni el resto de las prestaciones laborales.
Lamentablemente, ya sea que le llamemos pandemia, contingencia o crisis; el virus covid-19 aceleró todo aquello que ya estaba descompuesto. Esta explicación es válida para analizar cualquier tema como el sistema e infraestructura del área de la salud, la economía mexicana o las instituciones gubernamentales.
La situación en la que el país se encuentra es la falta total de regulación jurídica. No sólo no se estableció un Estado de Excepción tampoco se establecieron medidas económicas. Éstas últimas supondrían un plan a ejecutar en estos momentos de crisis que ninguna proyección anual empresarial pudo prever.
Lastimosamente, la falta de acción del gobierno federal encabezado por AMLO delegó en manos de actores locales el plan de reacción para que empresas puedan cumplir con sus obligaciones.
En ese sentido, los actores locales son los que han logrado ponerse de acuerdo en la manera de seguir operando bajo la pandemia. No sólo sobre el pago del reparto de utilidades sino sobre el salario mismo.
Esto quiere decir que el cumplimiento de la ley laboral se ha dejado al arbitrio de sindicatos con dirigentes locales, empresas que dependiendo su nacionalidad llevan a cabo o no códigos de ética y trabajadores más o menos organizados.
Existe un mensaje muy claro, cada uno de nosotros estamos solos frente a la pandemia y cada uno se conduce de acuerdo a sus valores o la falta de estos.
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