Consumir tu placenta después del parto podría no ser tan sano

El consumo de placenta no aporta los beneficios que motiva a las madres a consumirla, así lo advirtió una investigación publicada en Journal of Midwifery Women’s Health

Los especialistas advierten de los posibles problemas de salud que puede generar este nuevo hábito tan popular en Hollywood. Según la investigación,no se ha encontrado ninguna evidencia científica sobre los beneficios de la placentofagia, acto de comer la placenta cruda, cocida o en forma de píldora.

En un informe realizado por el Centros para el Control y Prevención de Enfermedades se relató el caso de un bebé en Oregón (Estados Unidos) que tuvo una infección recurrente producida por estreptococos, debido a que su madre había estado ingiriendo las famosas cápsulas. La progenitora le había pasado la infección a su hijo a través de la lactancia por tomar estas píldoras, las cuales dieron positivo en la bacteria.

No es una gran fuente de hierro: aunque es cierto que muchas embarazadas necesitan un suplemento de hierro después del parto, comer la placenta de tu hijo no ayudará.

No ayuda a superar la depresión post-parto: este es uno de los grandes motivos, por el que muchas se lanzan a consumirlas. No obstante, los investigadores de la Universidad de Nevada también desmontaron la teoría de que estas píldoras mejoraban el estado de ánimo, la fatiga y regulaban los niveles de hormonales.

Su elaboración puede no ser segura: si no se filtran adecuadamente los residuos, además de nutrientes, también se pueden pasar enfermedades o infecciones como le sucedió a la madre estadounidense.

A %d blogueros les gusta esto: