BUAP produce cepas con aplicaciones industriales

Miguel Castañeda Lucio, científico del Instituto de Ciencias (ICUAP) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), descubrió que los genes que regulan la producción de polisacáridos con aplicación en la industria alimentaria, también crean poliéster, que puede ser usado en la fabricación de plásticos biodegradables.

Descubrimos que un mismo sistema de control genético de la Azotobacter vinelandii regula la producción de un polímero que exporta un moco que le sirve de protección y otro que lo guarda en su interior en forma de gránulos”, comentó el investigador.

El científico del ICUAP encontró un switch «mágico» que permite controlar a dicha bacteria, que puede generar plásticos biodegradables que disminuyen los efectos contaminantes sobre el ambiente.

La bacteria Azotobacter vinelandii es considerada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadunidense, como un organismo seguro.

Los investigadores buscan crear un plástico que se descomponga fácilmente en elementos químicos naturales, por la acción de agentes como bacterias y hongos.

La biotecnología se puede dividir en dos grandes épocas: la tradicional, utilizada por el hombre desde hace miles de años, desde que empezó a producir alimentos como quesos y vinos, usando microorganismos sin saber exactamente qué es lo que ocurría con éstos; y la moderna, que utiliza todos los conocimientos para comprender cómo se llevan a cabo esos procesos microbiológicos y, eventualmente, utilizar el conocimiento para controlar y manipular cepas”, explicó Castañeda.

Así, en un proyecto de biotecnología, con la incorporación de estudios genéticos, que “no es más que una especie de corte y confección de DNA, o hacer franks genéticos con miras a la producción de cepas con múltiples aplicaciones”, el científico universitario hace ciencia útil para las necesidades de los entornos actuales.

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