¿Sabes cómo limpiar tus oídos?

El oído es una ventana al exterior, a los estímulos acústicos y realmente es un sentido muy importante para la vida cotidiana, de ahí la relevancia de saber los cuidados que debe tener el oído. 

La higiene del oído comprende dos aspectos: primero, el cuidado de la limpieza y segundo, el cuidado de no exponerse al ruido excesivo o la contaminación acústica.

 Por lo anterior, se debe entender lo siguiente: ¿Qué entendemos por limpieza del oído? Irónicamente consiste en no limpiar el oído, porque este tiene un mecanismo de autolimpieza capaz de formar una capa delgada de cerilla que por sí sólo el oído expulsa.

 Por esto, no debemos meter ni el dedo, ni cotonetes, ni pasadores o cualquier instrumento extraño al oído, entre menos se use es mejor porque de esta forma no impactamos lo que es el mecanismo de protección del oído con el riesgo de generar por la presión hacia el interior,  un tapón de cerilla.

La ducha diaria es suficiente para eliminar el excedente de cerilla que sale al exterior del oído. Con lo que cae de jabonadura únicamente lo que tenemos que hacer es sacar un poquito el agua y con una toallita en forma firme y circular en el exterior, nunca meternos nada porque eso nos impacta más la cerilla, eliminamos ese exceso.

 En este caso, al meter el dedo o cualquier instrumento, lo impacta hacia lo que es la membrana timpánica y esto pone en riesgo la función auditiva, principalmente por taponadura, y en los casos más extremos, deshacer alguna de estas estructuras, desde la membrana e incluso llegar a perforar o lesionar los huesos que componen la estructura auditiva.

 La cerilla se forma en las glándulas del conducto auditivo y éste es un tubito que esta comunicado al exterior precisamente forrado de una parte de mucosa y otra gran parte de piel, entonces esta piel tiene unas glándulas que producen la cerilla y la función de esta es limpiar.

Es muy común que las mamás intenten limpiar los oídos de los bebés y el riesgo es lesionar el oído interno, debemos recordar qué los recién nacidos son más frágiles pese a que hay un tope natural que divide al oído interno del mecanismo o huesos que son en si el mecanismo más importante.

Es importante acudir con el especialista ante cualquier indicio de sordera o dolor ya que puede ser originado por una obstrucción del conducto auditivo o una lesión interna ya que, sólo un dos por ciento de todas las personas que utilizan cotonetes llegan a lesionar la membrana timpánica por esta causa.

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