De: Reconfiguración

A partir del resultado de la elección del 5 de junio, la tarea de reconfiguración por parte de los actores de la política nacional, resulta más que obligada.

Con 22 estados bajo su control, además del Legislativo, el ciudadano presidente en particular y Morena, en general están obligados a comenzar a asumir de manera directa su responsabilidad en la conducción del país y superar la etapa en la que se culpaba de todo al pasado.

Han transcurrido cerca de cuatro años del inicio de la 4T y el mapa geopolítico nacional se ha modificado para colocar a Morena como el partido mayoritario, y por supuesto se ha fortalecido la capacidad de control del ciudadano presidente, en casi todos los renglones de la política nacional.

En consecuencia, el actual derrotero del país, está en sus manos y no se define por acciones del pasado, sino por decisiones del presente.

Por lo que hace a la oposición, es más que evidente que el partido del sol azteca se acerca a su ocaso, en tanto que PT y PVEM como partidos políticos satélite sobreviven merced a sus alianzas.

Mientras, Movimiento Ciudadano se consolida como un partido independiente en vías de consolidación y crecimiento.

Por su parte, PAN y PRI hacen lo posible por sobrevivir y conservar la figura y aspiran a ubicarse como una suerte de cogobierno, para no ser ubicados como parte de la chiquillada partidista.

A la par, por supuesto de conservar el mayor número de gubernaturas en su poder, así como todos los legisladores federales que sea posible, porque ello les garantiza una posibilidad, aunque lejana de interlocución con los actores principales de la 4T, aunque no con el ciudadano presidente.

Por desgracia la reconfiguración del mapa geopolítico nacional y las formas de ejercer el gobierno en la 4T, apuntan al resurgimiento de un nuevo partido hegemónico y totalitario, muy similar al añejo PRI, aunque con una patina de izquierda que hasta el momento le ha servido para contar con una identificación afectiva con el pueblo bueno.

Pandemia

Por más que se niegue la pandemia de COVID-19 sigue presente. Los efectos de la quinta ola se hacen presentes, hay contagios y decesos, aunque en menor medida, pero los hay.

Aunque cada día se informa menos y se minimizan los efectos de la enfermedad, lo innegable es que está ahí, y aún no alcanza la calidad de endemia.

Por: Alejandro Villegas

Redacción

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