De: Alerta
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Por: Alejandro Villegas
Los, hasta el momento, tres casos confirmados de estudiantes con COVID-19 reconocidos por la autoridad de la CDMX, ponen de manifiesto que el regreso a clases presenciales promovido por el ciudadano presidente fue una mala decisión.
El dato, aunque mínimo representa una alerta que no puede desestimarse.
Autoridades y padres de familia, tanto de escuelas públicas como privadas, tienen la decisión final en la materia, como lo reconocieron el ciudadano presidente y la ciudadana secretaría de Educación Pública, pero no se puede eludir la responsabilidad.
La pandemia aún está lejos de ser controlada, y mucho más alejada de desaparecer, y la población que está en riesgo, por desgracia, a la fecha, no tiene un calendario de inoculación contra el coronavirus.
En consecuencia, lo deseable es que el ciudadano presidente de la mano de la ciudadana secretaria de Educación Pública reconsideren su decisión y acepten el peso de la realidad.
En su afán por demostrar que todo regresa a la normalidad, ponen en riesgo a las futuras generaciones, de manera innecesaria.
Aspiracionismo
Los señalamientos del ciudadano presidente contra los que denominó como “aspiracionistas”, confirman que no está dispuesto a aceptar crítica alguna.
El ciudadano presidente quisiera un escenario en el que toda la población fuera dócil, que se convirtiera en el pueblo bueno que es capaz de aprobar a mano alzada todas sus propuestas.
Sin embargo, asumiendo uno de sus posicionamientos, como opositor, con total seguridad no son pocos los que están dispuestos a expresar: Si me critican por aspiracionista, que me apunten en la lista.
Legislativo
El conteo distrital confirmó que Morena será la fuerza mayoritaria en la Cámara de Diputados, pero no contará con la mayoría calificada, lo que se confirmará en los próximos días cuando se asignen las curules que tendrá cada instituto político bajo la figura de representación proporcional.
En la jornada electoral Morena perdió y ganó. Esa es una realidad que el ciudadano presidente como su séquito deben reconocer la realidad y sopesar.
Ahí están los retrocesos y las derrotas, que como en el caso de Puebla capital demuestran que la sociedad optó por la alternancia. El triunfo contundente de Eduardo Rivera Pérez, es un claro ejemplo de ello.
Los números son claros, pueden interpretarse de cualquier forma, pero debe hacerse de forma objetiva e imparcial. El ciudadano presidente puede aludir a la falta de ética y responsabilidad de medios tanto nacionales como internacionales, pero no puede negar la realidad que expresó la ciudadanía en las urnas.
