Con sueldos mínimos, 2 millones de poblanos encararon al Covid-19

Un total de 272 mil poblanos enfrentaron la pandemia del Covid-19 se encontraron en la situación más crítica porque no tenían salario a pesar de trabajar.

Foto: Archivo

A mediados de marzo, cuando los efectos de la pandemia del Covid-19 comenzaron a sentirse en México de una forma más cercana, 2 millones 3 mil poblanos tuvieron que enfrentar la cuarentena sin un salario seguro o con sueldos que llegaban un máximo de 7 mil 393.2 pesos mensuales.

Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al primer trimestre de este año, muestran que 272 mil trabajadores se han encontrado, los últimos meses, en la situación más crítica; porque a pesar de estar obligados a realizar alguna labor productiva, esta no se les remunera.

Un total de 756 mil ciudadanos estuvieron en el siguiente peldaño y fueron los que pudieron obtener entre uno y 3 mil 696.60 pesos mensuales; pero su sueldo implica que tuvieron un disponible máximo de 123.22 diarios para cubrir sus necesidades y las de sus familias.

Mientras tanto, alrededor de 975 mil poblanos se han encontrado con una condición ligeramente mejor, al tener 246.44 pesos diarios para su sostén; pero los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) subrayan que esta cifra representa un tope para 58.7% de los hombres poblanos con trabajo y para 64% de las mujeres empleadas.

Sin embargo, la falta de ingresos suficientes para sobrevivir no ha sido el único obstáculo para enfrentar un confinamiento domiciliario, el cierre de las actividades económicas no esenciales y tratar de evitar el riesgo de contraer una enfermedad como el Covid-19, para la que hasta este 19 de mayo de 2020, no hay tratamiento ni vacuna.

Los datos oficiales reflejan que 2 millones 202 mil poblanos (77.4% de la población trabajadora o económicamente activa) entraron a la “Jornada Nacional de Sana Distancia” sin acceso a instituciones para servicios de salud.

Por tanto, su atención debe resolverse de manera forzosa, en los hospitales a cargo de la Secretaría estatal de Salud o en su defecto, y siempre y cuando la percepción económica lo permita, a través de consultas a médicos privados.

Por si fuera poco, un total de 2 millones 21 mil poblanos han transitado por la pandemia del Covid-19 en condiciones de “informalidad laboral”. Allí se considera a quienes operan en el “trabajo no protegido en la actividad agropecuaria”, es decir, a jornaleros.

También se incluye a personas en el servicio doméstico remunerado en los hogares. Muchas de estas personas fueron enviadas a sus hogares por sus patrones sin salario o con acuerdos verbales para pagos por debajo de lo que originalmente se había acordado.

Asimismo, engloba a todos aquellos que a pesar de trabajar en una empresa formalmente establecida, desempeñan su labor “bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social” y por tanto, carecen de prestaciones.

Esta condición alcanza a 52.3% de las personas que tienen trabajo en la capital del estado, ciudad que al corte de este 19 de mayo de 2020, registra un acumulado de 917 personas contagiadas por Covid-19 y 129 muertes por esa misma causa.

Resalta que en el caso de los 954 mil 967 poblanos que trabajan en la capital poblana, 21.5% también trabaja en condiciones críticas (es decir, aquellas que además pueden enfrentar cambios constantes en su paga) y que 7.4% son personas subocupadas, es decir, que su carga de trabajo les permite tener más de un empleo para aumentar sus ingresos.

En este marco, el gobierno de la República ha anunciado una reapertura escalonada de las actividades económicas tras la cuarentena por el Covid-19, donde a través de un semáforo, las empresas de todos los tamaños recibirán autorizaciones para retomar sus labores, a partir del 1 de junio de 2020.

Sin embargo, en el caso de Puebla, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta ha adelantado que no hay condiciones para retomar los trabajos, ya que el nivel de contagios en Puebla es alto y el gobierno estatal prevé que no se modifique hasta la segunda o tercera semana del mes de junio.

Esto impactará directamente en la industria automotriz que el gobierno federal ya anunció como una actividad esencial y por tanto, tendría autorización para reactivarse; pero la estimación local es que dichas empresas agrupan a uno de cada cinco trabajadores y ellos requieren de servicios periféricos que obligarían a reabrir otro tipo de negocios.