Los tenis son lo de menos, Claudia

Claudia Rivera Vivanco es una gobernante joven y capaz, pero la primera semana de gobierno fue una verdadera novatada… para los poblanos.

Por: Guillermo Castillo

Este lunes cumplimos una semana desde que Puebla se vistió de color escarlata y el saldo ha sido, por  decir lo menos, agridulce.

A sus 36 años de edad, Claudia Rivera Vivanco se convirtió en la gobernante más joven que ha tenido la Angelópolis y como buena chava, pareciera que nos acomodó una verdadera novatada.

En sus primeros días de administración, Puebla ya tuvo a un linchado, un plantón en el Zócalo, una balacera en la Fayuca y el hallazgo de vísceras en plena 11 Sur y 31 Poniente, uno de los cruceros más céntricos y concurridos en la ciudad, y que aún no sabemos si son humanos o no.

No habrá quien reclame que la inseguridad y la inestabilidad no son su culpa y que con el impuesto Luis Banck –porque nadie, salvo el Congreso, lo eligió para dirigir la ciudad–, las cosas eran iguales o peores.

Tienen razón; pero hay dos cosas a tomar en cuenta en esta reflexión: la primera, Claudia tuvo dos meses de transición, donde si algo se vio, fue el tema de la seguridad pública, codo a codo con las autoridades salientes y con el gobierno estatal, y la segunda, desde el15 de octubre, guste o no, la responsabilidad es de la segunda alcaldesa en la historia de la Angelópolis.

Otros también chistarán: “pero si lleva una semana, no se le pueden exigir resultados con tan poco tiempo”…

También tienen razón; pero, al menos su servidor (y me parece que habrá muchos que opinen igual) a Claudia Rivera no se le piden resultados, no se le pide que ahorita baje los índices de inseguridad y convierta a Puebla en cualquier ciudad europea o estaodunidense, se le pide capacidad de reacción, operatividad y eso es justo lo que queda a deber.

El equipo de la presidenta municipal, comenzando por sus secretarios de Seguridad Pública y de Gobernación, se han visto lentos –y hasta torpes– para contener los conflictos y han permitido que le estallen a la munícipe en las manos, el plantón con el que sindicalizados despedidos, entre ellos, Israel Pacheco, pretenden volver por sus fueros y actos de violencia con, por lo menos, dos muertos a la cuenta.

Ni Claudia Rivera ni los perfiles que ella y sus asesores designaron en cada una de las áreas, no son –desde mi perspectiva– malos, mucho menos ineptos, algunos han tenido claros resultados al participar en la sociedad civil; pero ahora se han visto obligados a asumir el costo que implica dejar de ser el partido en oposición que critica al gobierno por hacer las cosas mal, para pasar a ser el gobierno que tiene la obligación de hacer las cosas bien, rápido y a la primera.

Seguramente, como ya los hemos encontrado todos, habrá quien sea tolerante y hasta benevolente con la alcaldesa. Seguramente, lo merece por ser nueva; pero ¿Cuánto tiempo y a qué costo?

Claudia Rivera y su gente tienen que aprender muy rápido para evitar que Puebla se convierta en un polvorín, y porque la expectativa sobre su gobierno es muy alta, y ella tiene la inteligencia y la capacidad para hacerlo.

Mientras tanto, bueno sería que sus asesores de imagen y comunicación, dejaran de colgarse de temas tan fatuos como el hecho de que la munícipe vaya o no de tenis a un acto público, para desviar la atención y tratar de sacarle los golpes de encima, para ganarle tiempo.

Dejen de lado a los troles y enfóquense a hablar de frente sobre cómo se pueden resolver, poco a poco, los verdaderos problemas de la ciudad ¿No fue eso lo que se prometió, no es eso lo que se está obligado a cumplir?

Tus tenis son lo de menos, Claudia; la inseguridad, la gobernabilidad, los servicios públicos, son lo que importa. Rompe estereotipos, todos los que quieras, tú puedes, pero en lo que vale la pena.

guillermocastillocam@gmail.com
@garturocc

Guillermo Castillo

Tengo 11 años de experiencia periodística y sigo aprendiendo. He colaborado para Cómo?, ABC Radio, Milenio, Diario El Popular, Radio Oro, Urbano Puebla y MVS Noticias. Hoy dirijo En Vivo Mx. El camino andado sólo sirve para dar el siguiente paso.

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