5 formas para aumentar tu autocontrol
Un Locus de Control Interno bajo genera problemas de estrés, ansiedad, conflictos en pareja, malestar emocional general y frustración
Por: Carlos Castro
¿Has tenido días en los que sientes que no tienes el control de lo que está pasando? ¿Te has quedado sentado, en medio de una reunión en la que ya no quieres estar, solo esperando que pase el tiempo? ¿Recuerdas el día en el que no pudiste concentrarte al hacer tu tarea por dedicar demasiado tiempo a cosas irrelevantes?
Por “Locus de Control” nos referimos a la sensación que tiene alguien sobre su propia capacidad para determinar sus acciones y destino. Cuando una persona se siente segura, confiada en sus capacidades o empoderada, decimos que mantiene un Locus de Control Interno saludable. Por otro lado, aquellas personas que atribuyen la causa de todo lo que pasa a factores externos y no controlables, se guían por un Locus de Control Externo más elevado.
Todos tenemos momentos en que uno de los dos “Locus”-interno o externo-predomina. Esto depende del autoconocimiento, de las habilidades que se tengan para evaluar situaciones (sociales, de trabajo, sentimentales, profesionales), de los recursos con los que se cree contar, la autorregulación; en concreto, la personalidad.
Como está comprobado que un Locus de Control Interno bajo genera problemas de estrés, ansiedad, conflictos en pareja, malestar emocional general y frustración, te presento 5 consejos para aumentar tu sensación de control.
- Date un descanso
Recuerda que para que tú experimentes una emoción, tu cuerpo debe realizar ciertas funciones fisiológicas. Muchas veces, la sensación de no tener el control viene después de experimentar emociones intensas, y tu cuerpo debe recuperarse. Si te sientes cansado, dispón un tiempo y permítete descansar. Dedica un momento para ti, pregúntate cómo estás, encuentra alguna preocupación escondida, vacía tu mente y trata de ordenarla poco a poco.
Créeme, no es tiempo perdido. Rendirás más después de descansar.
- Cuéntaselo a alguien
A veces queremos recuperar el control por nosotros mismos -o probar que no lo hemos perdido-, sin embargo, al contárselo a otra persona, te verás ordenando tus pensamientos para poder transmitírselos. Esto te ayudará notablemente a encontrar el punto en el que comenzó tu descontrol. Además, recibir retroalimentación de alguien de confianza te dará señales cognitivas que indicarán aspectos importantes de tu realidad, tus capacidades y el apoyo que tienes.
- Recuerda tus logros
No recuerdes qué fue lo que conseguiste -cruzar una meta, recibir un reconocimiento, un ascenso-, sino cómo lo conseguiste. Date cuenta de las habilidades que ya has demostrado tener, tal vez solo debes desempolvarlas y traerlas a escena.
- Haz ejercicio
Está comprobado que tanto hombres como mujeres somos influenciados por cambios hormonales. Hacer ejercicio te ayudará a mantener unos niveles adecuados y a generar cambios orgánicos que verás reflejados en tu actitud y percepción de control. Reducirás la sensación de ansiedad física (cuando sientes tu cuerpo acelerado, con mucha energía) y psicológica (cuando piensas que todo te está rebasando y sientes impotencia, frustración y vulnerabilidad), alimentarás tu mente con muchos micro mensajes de la familia “sí puedo” y aminorará tu estrés por el estiramiento muscular y la oxigenación.
- Distribuye tu trabajo en metas pequeñas
Aunque te cueste mucho trabajo al principio, toma una hoja y escribe todas las acciones que debes hacer para completar tus objetivos. Los humanos reaccionamos ante los reforzadores que suplen alguna necesidad, que son deseables y alcanzables. Ponte una meta corta y prémiate cuando la alcances. Esto aumentará rápido tu motivación, te hará enfocarte en tus capacidades y te dará la sensación de logro.
No te presiones o te juzgues por sentir esa pérdida de control, solo reconócela y ve contra ella, sin percibirte a ti mismo como parte del problema, sino como parte de la solución.
