Enriqueta Basilio, primera mujer en encender la llama olímpica

Hace 52 años, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968, la bajacaliforniana se convirtió en la primera mujer en encender el pebetero olímpico.

Por: Redacción | Foto: Twitter

La primera vez que una mujer portó la antorcha con el fuego olímpico y encendió el pebetero, fue en los Juegos Olímpicos de México 1968.

Hace 50 años, el 12 de octubre, Enriqueta Basilio cumplió el último relevo y recorrió la pista con el objetivo de llegar al pebetero y encenderlo, ante un Estadio Olímpico Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), repleto de personas aún tristes por la matanza de estudiantes, ocurrida tan sólo 10 días antes.

Para Enriqueta se trataba de una meta de vida, dado que ese año el mundo occidental se encontraba en plena efervescencia el movimiento por los derechos de la mujer.

“No sólo prendí el fuego olímpico, encendí el corazón de las mujeres. Me tocó ese privilegió, como mujer, como representante de la mujer mexicana, como la mujer des mundo”, aseguró Queta Basilio.

Después de correr por la pista de tartán del inmueble, ‘Queta’ se dispuso a subir los 93 escalones que la llevarían al momento que marcó para siempre su vida, el encendido del pebetero.

“Mis padres estaban en la entrada, mi mamá muy nerviosa, yo creo que no me vio porque estaba rezando el rosario, mi hermana tomando fotos. Fue extraordinario, pero no alcanzaba a comprender qué es lo que estaba haciendo yo ahí. Después, te vas dando cuenta, cuando viajas por el mundo y te reconoce alguien, es maravilloso”, relató Basilio.

Para Enriqueta Basilio, el haber tenido la oportunidad de encender la llama olímpica tuvo también un significado de solidaridad, de la lucha por la justicia, por mayores derechos para las mujeres.

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