Morena-Puebla, el daño está hecho

El método preferido de Morena para elegir candidato, más que apuntalar al ganador lo deja vulnerable.

Por: Israel Velázquez G.

El jueves 24 de agosto de 2017 Ricardo Monreal Ávila perdía la posibilidad de ser el candidato de Morena para elegir al jefe de gobierno en la Ciudad de México en las elecciones de 2018. La carrera la habían perdido también el entonces dirigente local de Morena, Martí Batres; y el senador Mario Delgado. Monreal era jefe delegacional de Cuauhtémoc. Claudia Sheinbaum, delegada de Tlalpan, fue la candidata luego de ganar una encuesta interna.

“Vamos a hacer lo que la gente decida, pero sí les digo que no se decepcionen, no abandonen la trinchera. Vamos a ver qué nos depara el futuro próximo, por nuestra parte seguimos trabajando con mucha pasión, mucho ánimo”, declaró Monreal un día después de que se dieran a conocer los resultados de la encuesta.

Días más tarde elevó el nivel de su inconformidad contra Yeidckol Polevnsky, secretaria general de Morena, en un video publicado en sus redes sociales: “No es una osadía pedir transparencia, no es una osadía ayudar a disminuir la opacidad y la parcialidad. No es una osadía un poco de autocrítica sobre las acciones y decisiones tomadas, no es una osadía corregir los errores, enmendar las acciones incorrectas tomadas por la Comisión Política y el Comité de encuestas”.

El 29 de agosto Polevnsky, presionada, publicó la metodología: la encuesta se realizó los días 19 y 20 de agosto; se entrevistó a mil 311 personas mayores de edad en un muestreo aleatorio y proporcional a la lista nominal en 110 secciones electorales con entrevistas domiciliarias: Batres fue el más conocido con 41.9 por ciento, le siguieron Monreal con 37.2 por ciento, Sheinbaum con 24.7 por ciento y Delgado con 20.9 por ciento. Monreal y Batres obtuvieron los primeros lugares en mala percepción con 31 por ciento y 26.7 por ciento, respectivamente y Sheinbaum tuvo la mejor opinión entre los encuestados con 39.4 y el número más bajo (18.3 por ciento) entre la mala percepción.

El menos honesto fue Ricardo Monreal (34.2 por ciento), seguido de Martí Batres (32.5 por ciento). Al preguntarle a la gente a quién consideraba buen candidato, 49.1 por ciento respondió que a Sheinbaum, en segundo lugar se colocó Batres, con 27.7 por ciento; sin embargo, sobre a quién prefieren como candidato de Morena, 22.9 por ciento respondió que a ninguno, 15.9 por ciento prefirió a Sheinbaum; 10.1 a Batres; 9.7 a Monreal y 4.2 por ciento a Delgado. Y aunque Monreal pidió que se repitiera la encuesta el 3 de septiembre, por unanimidad, el Consejo Nacional de Morena votó en contra.

El método preferido de Morena para elegir candidato, más que apuntalar al ganador lo deja vulnerable. Los casos más cuestionados se han registrado en Puebla y, curiosamente, han favorecido a Luis Miguel Barbosa Huerta: en octubre de 2017 Morena aplicó una encuesta para definir, de entre 5 aspirantes, a quien sería su candidato a la gubernatura.

Quien esto escribe pudo ver y tomar apuntes, a vuela pluma, de los resultados de dicho sondeo que, además, fueron publicados ya por el periodista Rodolfo Ruiz el 28 de febrero pasado. Los más conocidos: Barbosa, por 14.7 por ciento de los electores; Enrique Cárdenas y Abelardo Cuéllar, por 5.5 y 4.1 por ciento, respectivamente.

La mejor opinión entre el electorado la tuvieron Cárdenas con 32.1 por ciento, Rodrigo Abdala y Barbosa con 17.4 y 17.3 por ciento, respectivamente. La percepción de los más honestos quedó así: Cárdenas, con 17 por ciento; Barbosa y Abelardo Cuéllar con 12.5 y 12.4 por ciento.

Cárdenas fue percibido como un buen candidato por 42.5 por ciento; Barbosa por 34.7 por ciento y Abdala por el 28.9 por ciento; el 38.9 por ciento dijo que votaría por Cárdenas; 29.1 por ciento por Barbosa y 23.1 por ciento por Rodrigo Abdala.

Cárdenas, inconforme con la decisión que finalmente postuló a Barbosa, se distanció de Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de la República, y decidió intentar ser candidato independiente en las elecciones que darían la victoria a Martha Erika Alonso Hidalgo. Hoy día Cárdenas compite por la gubernatura…, bajo las siglas del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

A pesar de esos dos severos cuestionamientos a las encuestas, Polevnsky repitió el método para la elección extraordinaria en Puebla, pero no calculó que el senador Alejandro Armenta Mier, asesorado por Monreal, siguiera la ruta de presión que éste trazó en la Ciudad de México. Ambos, Polevnsky y Monreal, estiraron al límite la liga, pero fue el poderoso senador el que salió mejor librado de todos los que estaban en la pugna.

Vamos, se merendó a Armenta, a Barbosa y a Polevnsky. La noche del pasado lunes 22 de abril, Monreal reunió a Barbosa y Armenta y logró que este último frenara la serie de impugnaciones y el juicio de protección de derechos político-electorales que tenía contra la candidatura de Barbosa. Aún falta saber qué cedió el candidato.

Perdió Morena porque su método ya no es creíble para nadie y de eso, de desacreditarlo, se ha encargado Monreal Ávila.

Ganó Monreal porque desplazó a Polevnsky.

Ganó Monreal porque dobló a Barbosa.

Ganó Monreal porque hace ver a Armenta como alguien que sabe obedecer, pero sin iniciativa: en entrevista con Milenio Diario, el 21 de abril Armenta repitió hasta 10 veces la palabra justicia en referencia a la encuesta de Morena en Puebla: “quiero que se haga justicia”, que se haga justicia, agregó, es “que a cada quien se le dé el lugar que le corresponde. Gané y Morena debe reconocerlo”.

Ganó Monreal porque le quitó a Armenta la posibilidad de sentar jurisprudencia para democratizar a los partidos.

Ganó Monreal porque Armenta tuvo que olvidar que ganó “y Morena debe reconocerlo”

La pregunta es, ¿la democracia en Puebla ganó algo?

@IsraelV_mx

israelvelazquez@gmail.com

Nota del Editor: Los comentarios aquí vertidos son responsabilidad directa de su autor y no reflejan la opinión de En Vivo Mx

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