Señor de las Maravillas, la imagen más venerada de Puebla
Miles de fieles católicos acudieron la mañana de este viernes, 1 de julio, como cada año, a fin de visitar la imagen milagrosa del Señor de las Maravillas en el Templo de Santa Mónica.
Llegaron para pedir y agradecer favores a una de las imágenes más veneradas en Puebla.
Desde temprana hora, los feligreses se formaron en la larga fila que daba vuelta hasta la calle 18 poniente, para ingresar al Templo de Santa Mónica, ubicado en la Calle 5 de mayo en la ciudad de Puebla.
Lamentablemente, no se respetó la sana distancia a pesar de los protocolos establecidos por las propias autoridades eclesiásticas y civiles, y también se dejó de lado el uso del cubrebocas.
La gente se aglomeró principalmente donde había personas que amablemente regalaban algunos bocadillos, pan o café y hubo quienes hasta se los arrebataban de las manos, sin importar la presencia de niños o adultos mayores.
La familia Velázquez Hernández, quienes tienen un puesto de pollo y mole en el Mercado Morelos, repartieron cerca de mil platos de este platillo típico poblano a las personas que acudieron a dar gracias a la imagen del Señor de las Maravillas.
En entrevistas, Elías Velázquez comentó que junto con su mamá, hermanos y amigos de la familia desde días atrás iniciaron con los preparativos donde se ocuparon más de 100 kilos de pollo y 50 de pasta de mole almendrado, que ellos mismos elaboran dentro de su negocio familiar.
El Señor de las Maravillas cuenta con dos celebraciones a lo largo del año, la que se realiza cada tercer viernes de Cuaresma y la del 1 de julio.
Este viernes, a los fieles, se les pedía formarse para ingresar con todas las medidas de sanidad, como el uso obligatorio de cubrebocas, aplicación de gel y sanitizante, toma de temperatura y sana distancia, para que pudieran ver por algunos minutos una de las imágenes más visitadas y venerada por los poblanos y turistas.
La imagen del Señor de las Maravillas fue elaborada en el siglo XVII y representa una de las caídas que sufrió Cristo en su camino hacia la cruz.
Por: Jorge Barrientos
