Vacunas que salvan vidas

Los Planes Ampliados de Inmunizaciones tienen ciertos objetivos:

  1. Disminuir la mortalidad y morbilidad por difteria, tos convulsiva, tétanos, tuberculosis, e infecciones por Haemophilus influenza tipo B (Hib).
  2. Eliminar el sarampión, el tétanos neonatal y, en el menor de cinco años, la meningitis tuberculosa.
  3. Erradicar la poliomielitis.

Este plan contempla la aplicación en forma gratuita de un calendario de vacunas a toda la población.

Son gratuitas las vacunas que han sido reconocidas como de un alto impacto epidemiológico y con una favorable relación costo-beneficio. Sin embargo, existen otras vacunas de reconocida calidad y seguridad, que no están incluidas en este plan, pero que están disponibles para su uso.

Aquí algunas de las vacunas principales.

Vacuna Antiinfluenza. esta vacuna se aplica masivamente y en forma gratuita a los beneficiarios del sector público de salud, en quienes se considera prioritaria: personas de tercera edad, personal de salud, personas con enfermedades pulmonares crónicas y portadores del virus de la inmunodeficiencia humana. Considerando la variación anual de las cepas de virus influenza que causan los brotes de esta enfermedad, se recomienda vacunar anualmente. La vacuna tiene un virus inactivado, que puede tener efectos adversos similares a los de otras vacunas inyectables. No pueden vacunarse las personas con hipersensibilidad anafiláctica al huevo o a otros componentes de la vacuna.

Vacuna antineumocócica. Esta vacuna está compuesta por polisacáridos combinados de 23 serotipos de S. pneumoniae. Es poco antigénica en menores de dos años y en inmunocomprometidos. Se recomienda su uso en personas que tengan especial riesgo de adquirir infecciones neumocócicas debido a enfermedades crónicas y también antes de una esplenectomía, de una quimioterapia o de un transplante. Es una vacuna inocua aunque frecuentemente se producen reacciones locales.

Vacuna Antihepatitis A. Es una vacuna por virus inactivado que tiene una eficacia protectora de 95% y que perdura entre 16 y 25 años. El esquema de vacunación contempla tres dosis a los 0, 30 y 180 días. Es recomendable en niños que estén sometidos al riesgo de infección, especialmente después del año de vida. Actualmente se está· evaluando un esquema de dos dosis, aplicable después del año de vida. Es una vacuna segura, con escasas reacciones adversas.

Vacuna antihepatitis B. Existen dos vacunas efectivas. Una es producida por ingeniería genética (DNA recombinante) a partir de levadura de pan. La otra se prepara a partir de plasma de portadores del antígeno de superficie del virus de la Hepatitis B (HbsAG). Se indican tres dosis, las cuales inducen una respuesta inmune adecuada en mas del 95% de los niños vacunados por un período de por lo menos 12 años. Se recomienda en personas con riesgo especial de contraer la enfermedad como: pacientes en hemodiálisis, hemofílicos, contactos familiares de portadores del virus, lactantes de zonas de alta endemicidad y personal hospitalario o de laboratorios que trabajen con preparados sanguíneos. En pacientes inmunodeprimidos se debe indicar una dosis doble de la vacuna derivada del plasma. Las reacciones adversas son escasas, siendo la mas frecuente el dolor en el sitio de la inyección.

Es necesario mencionar otras vacunas que posiblemente estarán disponibles en Chile en un futuro próximo, pues pueden tener un gran impacto en la morbilidad y mortalidad de enfermedades de alta frecuencia. Entre ellas destacan:

Vacuna antivaricela: vacuna por virus vivo atenuado, altamente inmunogénica, que con una dosis después del año de vida produce inmunidad protectora por lo menos durante 10 años.

Vacuna contra Rotavirus. Es una vacuna multivalente por virus atenuados, de administración oral.

La mayoría de las vacunas pueden administrarse en forma segura y efectiva simultáneamente. Es recomendable, la administración simultánea del mayor número de vacunas adecuadas para una misma edad, pues así se favorece el cumplimiento del plan de inmunizaciones.

La interrupción de un calendario de vacunas es un problema de relativa frecuencia y de fácil solución. Se debe completar el calendario administrando las dosis que faltan hasta la edad actual.

No es necesario reiniciarlo. En caso de que falten dosis sucesivas de varias vacunas, se debe reproducir el calendario original en cuanto a tipo y número de vacunas, teniendo la precaución de resguardar intervalos de al menos un mes entre una serie de vacunas y la próxima.

Si los padres no están seguros sobre el calendario de vacunas realmente recibido por el niño, es preferible suponer que las vacunas en duda no están colocadas y proceder en consecuencia. No existen evidencias de que existan riesgos al repetir dosis de vacunas, salvo en el caso del componente Pertussis de la DTP después de los 6 años, edad a partir de la cual ya no se debe indicar. En el caso de un niño que no ha recibido ninguna vacuna, la idea es reproducir el calendario original, adaptándolo a su edad actual.

 

 

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