Vacunas salvan tres millones de vidas al año

A nivel mundial, las vacunas salvan tres millones de vidas anualmente, han erradicado la viruela y es probable que en los próximos años logren lo mismo con el tétanos neonatal, el sarampión y la poliomielitis. Por cada peso que se invierte en vacunas, se ahorran entre siete y veinte en gastos médicos y sociales.

Dejar de vacunar constituye por lo tanto, una omisión grave que sólo se justifica ante situaciones muy especiales. El objetivo de esta colaboración es entregar algunos conceptos básicos sobre las vacunas, sus fundamentos, los criterios de aplicación, riesgos y efectos adversos.

Una vacuna es un producto biológico utilizado para obtener una inmunización activa en forma artificial. Se distingue por lo tanto, de la inmunización pasiva, que es la acción de obtener inmunidad mediante la administración de anticuerpos.

La inmunidad puede dividirse en:

  • activa natural, que es la producida por la infección
  • activa artificial, que es la lograda mediante la vacunación
  • pasiva natural, que es la obtenida por el paso transplacentario de anticuerpos de la madre al niño, y
  • pasiva artificial, que es la producida por la administración de gamaglobulinas.

Características de la vacuna «ideal»:

  • Reproducir (mimetizar) una respuesta inmunológica similar a la de la infección natural
  • Ser efectiva (más del 90% de protección)
  • Tener mínimos efectos secundarios y completa seguridad
  • Producir inmunidad persistente a largo plazo
  • Existir en dosis única y compatible con otras vacunas
  • Ser administrada en forma no invasora
  • Poder administrarse precozmente, en los primeros meses de la vida
  • Ser estable a temperatura ambiente
  • Ser de fácil producción y económicamente accesible.

En realidad no existe una vacuna ideal; sin embargo hay algunas que están más cerca de este ideal. Los criterios antes mencionados sirven para calificar una nueva vacuna y decidir su aprobación y su posterior uso en una población.

Las vacunas utilizadas en la actualidad son muy seguras y tienen escasos efectos adversos y contraindicaciones. Son excepcionales las circunstancias que obligan a contraindicar una vacuna en forma absoluta. Ellas se reducen a:

  • Reacción anafiláctica previa a dosis de una vacuna.
  • Reacción anafiláctica previa a alguno de los componentes de la vacuna.
  • Presencia o antecedente de enfermedad moderada o grave que potencie el riesgo de la vacuna.

Los efectos adversos pueden clasificarse en locales y generales. Entre los primeros el más frecuente, especialmente después de la vacuna DPT, es el aumento de volumen transitorio con induración y enrojecimiento alrededor del sitio de la inoculación. Esto se asocia a dolor, especialmente frente al contacto o presión.Otras reacciones locales son: absceso aséptico, ulcera exudativa (vacuna BCG) y linfoadenitis local (vacuna BCG).

Entre las reacciones generales se pueden mencionar: fiebre pasajera, irritabilidad, insomnio y convulsión febril. En las vacunas por virus vivo atenuado, es posible observar aparición de síntomas propios de la enfermedad correspondiente e incluso en muy raras ocasiones, complicaciones de las mismas: exantemas (rubéola, sarampión), parotiditis leve, encefalitis (sarampión, parotiditis) y sordera (parotiditis). Es necesario tomar conciencia de estos efectos indeseados de las vacunas, no como una manera de desalentar su uso masivo, sino mas bien con el fin de advertir sobre los mas frecuentes, poder diagnosticarlos adecuadamente y tratarlos cuando corresponda.

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