Cumple 10 años estatua de Benito Juárez en el famoso Bryant Park

Comenzó el invierno en la Urbe de hierro, con temperaturas por debajo de los cero grados, pero eso no impide a los numerosos turistas mexicanos y de otras partes del mundo detenerse un momento a fotografiar la famosa estatua de Benito Juárez que cumple 10 años de haber sido colocada en la Sexta avenida, en el perímetro del famoso Bryant Park, entre las calles 41 y 42.

“Nunca pensé que iba a encontrarme justo en el corazón de Nueva York a uno de mis héroes de la historia de México”, afirma Gisela Fuentes, turista proveniente de San Luis Potosí, y quien ataviada con gorro, guantes y una gruesa chamarra, saca fotos con su teléfono al Benemérito de las Américas, cuyo monumento se alza en la plaza con los dedicados a Johann Wolfgang von Goethe y Gertrude Stein, entre otros.

Inaugurada el 9 de octubre de 2004, con las gestiones realizadas por el gobierno de Oaxaca, la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Consulado de México en Nueva York, así como asociaciones civiles y empresariales de esta ciudad, el monumento a la memoria de Benito Juárez cumplió ya su primera década, inspirando con su presencia a la comunidad latina que vive en Nueva York.

Realizada durante dos años por el escultor oaxaqueño Moisés Cabrera Orozco, la estatua está fundida en bronce y alcanza con su pedestal los dos metros 10 centímetros de altura y en su base frontal muestra algunos datos históricos de Benito Juárez, desde su nacimiento en 1806 en Guelatao, Oaxaca, hasta su defensa de la República en 1867.

La figura de Juárez sostiene con su brazo izquierdo una gran placa donde con letras en relieve puede leerse en español “El respeto al derecho ajeno es la paz”, y en inglés: “Respect for the rights of others is peace”.

El monumento de Benito Juárez es sin duda uno de las más populares y fotografiados en Nueva York, en cuanto a héroes latinoamericanos se refiere. Diariamente personas de todas las edades, parejas, familias enteras, se toman una fotografía a su lado e incluso, como lo han atestiguado trabajadores de la zona, le dejan recuerdo en su pedestal.

“Me ha tocado ver a una señora que colocó en su base una pequeña piedra traída desde su natal Oaxaca. Pero quizá lo que más me conmovió fue ver en primavera a una pareja de jóvenes mexicanos quienes no tenían dinero para pagar su última noche de hotel, que durmieron a un lado de la estatua. Nueva York puede ser una ciudad muy dura, y era como si buscaran en el monumento algo que los conectara con su patria”, afirmó Claudette Hall, quien trabajó en un restaurante cercano.

A lo largo de los años las autoridades del ayuntamiento de Nueva York han inaugurado en diversos puntos otras seis estatuas de figuras históricas de América Latina, como el brasileño José Bonifacio de Andrada e Silva, también en Bryant Park; el héroe de la Independencia de Uruguay, José Artigas, en Soho Square; el llamado Padre de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte, en Canal Street; al sur de Central Park se encuentran tres estatuas: la de José Martí, la del general argentino José de San Martín y la de Simón Bolívar.

“Es un símbolo para el millón de mexicanos que vive en Nueva York”, afirma Carolina Esparza, originaria del Distrito Federal, después de tomarse una foto junto al Benemérito de las Américas.

Y añade: “Cuando llegas por primera vez a esta ciudad y ves este monumento en uno de los lugares más privilegiados de Midtown, sientes gran emoción, una pertenencia, puede ser sólo bronce, pero es un recordatorio en la distancia de toda la historia que hemos vivido como nación”.​

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