Ansiedad por la vacuna

Comienza a existir un ambiente de ansiedad, de nerviosismo por ponerse la vacuna contra el Covid-19 en Puebla capital, mientras que la Federación, fiel a su estilo obradorista, centraliza todo el manejo de los biológicos.

Por: Guillermo Castillo

¿Quién lo diría? En las últimas semanas, he visto cómo aumenta entre mi círculo cercano, la ansiedad por aplicarse la vacuna contra el Covid-19. Cada vez más personas me preguntan si ya va a llegar a Puebla capital y cuándo va a empezar la jornada en la ciudad.

Esto es algo que no sólo me pasa a mí. Platicando con otros amigos me dicen que también les cuestionan por el tema y buscan opciones para tratar de protegerse.

No estoy seguro si es el hartazgo del semi confinamiento, si es la tercera ola y el hecho de que ahora son los jóvenes y jóvenes adultos quienes se ven afectados, si es sentirse integrados con el resto de los mexicanos que ya tienen una o dos dosis en el cuerpo o tener sus 5 minutos de fama en redes sociales al poner la foto de su vacunación.

El hecho es que comienza a existir un ambiente de ansiedad, de nerviosismo por ponerse la vacuna contra el Covid-19 en Puebla capital, mientras que la Federación, fiel a su estilo obradorista, centraliza todo el manejo de los biológicos.

Si su distribución fuera eficaz y proporcionalmente justa, no habría ningún problema porque el gobierno de López Obrador tuviera las riendas del tema; pero desafortunadamente, no es así.

Tan sólo esta mañana, el gobierno de Puebla evidenció que ha solicitado, mediante oficios, más de 1 millón de vacunas para el estado y la Federación ha respondido con la ridícula cantidad de 140 mil dosis.

Así ¿Cuándo vamos a terminar la vacunación?

Incluso, el gobernador Miguel Barbosa dijo que si había que invertir para la compra desde el estado, no tendría mayor empacho en hacerlo; porque es la base de la estrategia para enfrentar al virus sin un nuevo apagón económico.

Pero vayamos un poco más atrás. A inicios de año, la distribución de vacunas era tan caótica y errática que mientras estados pequeños ya tenían biológico, Jalisco, uno de los más poblados, no tenía una sola dosis.

Y cómo olvidar el caso de Nuevo León, que devolvió casi cinco mil dosis de Sinovac en marzo porque llegaron a una temperatura mayor de la que se requería para su conservación.

Es urgente e imperativo que el gobierno de la República transparente su mecanismo de distribución de vacunas contra covid-19 y haga caso a llamados como el de Puebla, que se acerca rápidamente a una cresta de contagios superior a lo peor que ya habíamos visto.

La Consulta Popular nació muerta

El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la consulta popular del domingo 1 de agosto, fue un éxito. ¿Qué le quedaba decir? ¿Reconocer que fue un fracaso monumental (aunque sí lo fue)? ¿Aceptar que los 500 millones de pesos se tiraron a la basura (aunque sí se tiraron)? Yo no lo vería haciendo eso. Ese hombre vive en la negación, en muchas áreas.

La realidad es que la consulta popular nació muerta. Lo estaba desde hace mucho y va una lista de razones:

  1. La Consulta Popular violó, al menos, dos artículos de la ley que la regula: No se convocó a los ciudadanos consejeros distritales para participar en su organización y dar certeza de su legalidad, y no se realizó el día de la elección, sino casi dos meses después.
  2. La Consulta Popular fue víctima de los recortes presupuestales del gobierno obradorista al Instituto Nacional Electoral. Esto derivó en menos mesas receptoras y menos Capacitadores Asistentes Electorales para adiestrar a la gente que estuvo como los equivalentes a funcionarios de casilla, entre otras cosas.
  3. La Consulta Popular tenía un claro sesgo político que la llevó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al tratar de enjuiciar a ex presidentes de otros partidos que no fueran de Morena.
  4. La pregunta de la Consulta Popular violaba la presunción de inocencia y ante eso, fue descafeinada por la Corte que, al final, dejó una pregunta que era inentendible y le quitaba todo tinte de «juicio» a los expresidentes, eliminando el propósito por el que fue impulsada.
  5. Los legisladores restringieron la publicidad sobre la consulta popular a 15 días antes de que ésta se lleve a cabo ¿Cómo podría la gente saber de la consulta con ese tiempo, si una elección, por ejemplo, se promueve al menos 6 meses antes de que ocurra?
  6. La consulta popular «para enjuiciar a los ex presidentes», se impulso en un momento en que el país tiene otras urgencias, como la 3a ola de la Pandemia de Covid-19.
  7. La respuesta de la pregunta sobre la consulta popular era evidente. Cualquier ciudadano con 3 gramos de conciencia social estaría de acuerdo en tomar acciones contra los corruptos del pasado. El tema es ¿Para hacerlo en serio se necesitaba una consulta? ¿No hay forma de perseguir a quien comete ilegalidades con las instituciones que existen? Es más, ¿no lo han hecho ya en casos como Rosario Robles o Emilio Lozoya? Si hay cosas que perseguir, que se persigan y ya. Eso es mucho más redituable y económico.

En México tenemos que aprender, creo, a ponderar los costos-beneficios de las cosas. Las consultas populares sí son útiles, sí son necesarias, pero en este momento y con esa finalidad, era un desperdicio hacerla.

Hasta la próxima.

Guillermo Castillo

Tengo 11 años de experiencia periodística y sigo aprendiendo. He colaborado para Cómo?, ABC Radio, Milenio, Diario El Popular, Radio Oro, Urbano Puebla y MVS Noticias. Hoy dirijo En Vivo Mx. El camino andado sólo sirve para dar el siguiente paso.

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