De: Promoción
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Por: Alejandro Villegas
De cara a la jornada electoral y frente a un panorama poco favorable, el ciudadano presidente insiste en promover las bondades de su gestión en materia de salud y llama a retornar a las aulas, además de subrayar la recuperación económica.
A todas luces, de manera cotidiana, aunque justo es decirlo no llama a votar por su movimiento, expone lo que considera como beneficios y aciertos de su gestión, comparándolos siempre con el pasado.
Asegura que el país va bien en el control de la pandemia, aunque no habla del total de población, los menores de 18 años, que no entran en el actual programa de vacunación y mucho menos de todos los que voluntaria o involuntariamente no se han podido vacunar contra la COVID-19.
Pero eso sí, insiste en la necesidad de un retorno pronto a clases presenciales para aprovechar al menos un mes del actual ciclo escolar, menospreciando los eventuales riesgos para los jóvenes e infantes que pueden tornar a las aulas.
Y llega al extremo de asegurar que la vacunación del personal del sector educativo, garantiza la seguridad en el retorno a clases, lo cual por decir lo menos resulta temerario.
Maestros, directivos y personal administrativo de las escuelas pueden estar vacunados, pero los educandos en la mayoría de los casos no lo están y eso representa un riesgo elevado.
Además de que la vacuna contra Covid-19 no es cien por ciento segura, toda vez que, si bien son pocos, existen casos de personas vacunadas que se han enfermado de coronavirus.
Es más que claro que el ciudadano presidente trata de sostener en el discurso la existencia de un escenario ideal que le permita conservar el respaldo del pueblo bueno, en la elección intermedia, pero para su desgracia, la colectividad tiene su propia versión.
Economist
La pretendida defensa que realizó el ciudadano canciller, ante la publicación de The Economist, fue endeble.
Tanto que no alcanzó la difusión que amerita, para realizar un control de daños y enfriar la situación de crisis mediática, de manera adecuada.
En tanto, el ciudadano presidente señaló que con falta de ética desde la revista llamaron a los mexicanos a que no voten por lo que su gobierno representa. Y cuestionó que una revista extranjera interfiera… y con ello trató de superar el escollo y darle vuelta a la página.
Lo que se no dijo y nadie preguntó es si había utilizado la Vitacilina, pero sobre todo si le había funcionado.
