Duelo, el proceso de aceptar la muerte
Sobrellevar la pérdida de un ser querido es uno de los mayores retos al que debe enfrentarse un ser humano, es un dolor profundo que puede dar lugar a largos periodos de tristeza y depresión
Se entiende por duelo el proceso psicológico consecuencia de la muerte o desaparición de un ser querido, se trata de un proceso natural que acompaña a toda pérdida y que puede durar meses o hasta un año. Sin embargo, algunas personas lidian con el duelo por más tiempo y se sienten incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas
El duelo, del latín dolus: dolor, puede ser definido como: el proceso por el que atraviesa una persona ante la muerte de un ser querido. Para algunos autores el duelo puede ser experimentado ante cualquier pérdida y no necesariamente implica la muerte de un ser querido.
El duelo es un proceso, y no un estado, natural en el que el doliente atraviesa una serie de fases o tareas que conducen a la superación de dicho proceso.
Primera etapa del duelo: la negación
Es el rechazo consciente o inconsciente de los hechos o la situación. Este mecanismo de defensa busca amortiguar el shock que produce la nueva realidad para sólo dejar entrar en nosotros el dolor que estamos preparados para soportar. Se trata de una respuesta que dura horas, semanas o meses.
El sentimiento se expresa con llanto frecuente
En este primer momento, el mundo pierde sentido y nos abruma. Nos preguntamos cómo podemos seguir adelante, nos invade un sentimiento de incredulidad de que la persona que amamos no la veremos nunca más. Los sentimientos de esta etapa brindan a nuestro cuerpo y mente un poco de tiempo para adaptarse a esta nueva realidad.
Si el doliente perdura durante mucho tiempo en esta etapa puede llegar a ser perjudicial ya que al no aceptar lo que les ha ocurrido, no son capaces de seguir adelante.
Segunda etapa del duelo: La Ira
Si bien los sentimientos de enojo están presentes durante todo el proceso de duelo, es en esta etapa donde la ira toma el protagonismo dirigiéndose este enojo al ser querido fallecido, a nosotros mismos, a amigos, familiares, objetos inanimados e inclusive a personas extrañas. Se siente un resentimiento hacia la persona que nos ha dejado causando un inmenso dolor en nosotros pero este enojo se vive con culpa haciéndonos sentir más enojados aún.
De acuerdo a la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, es importante que los familiares y amigos dejen que el doliente exprese libremente su ira sin juzgarlo o reprenderlo ya que este enojo no sólo es temporal, es necesario.
Tercera etapa del duelo: La Negociación
La etapa de negociación puede ocurrir antes de la pérdida, en caso de tener a una familiar con enfermedad terminal, o bien después de la muerte para intentar negociar el dolor que produce esta distancia. En secreto el doliente busca hacer un trato con un poder superior para que su ser querido fallecido regrese a cambio de un estilo de vida reformado.
Se desea volver a la vida que se tenía antes de que muriera el ser querido y que éste vuelva a nosotros. Se concentra gran parte del tiempo en lo que el doliente u otras personas podrían haber hecho diferente para evitar esta muerte. Las intenciones de volver el tiempo atrás es un deseo frecuente en esta etapa para así haber reconocido a tiempo la enfermedad o evitar que el accidente sucediera.
Cuarta etapa del duelo: La Depresión
Se siente tristeza, miedo e incertidumbre ante lo que vendrá. Estos sentimientos muestran que el doliente ha comenzado a aceptar la situación.
En esta etapa surgen sentimientos de vacío y profundo dolor. Se suele mostrar impaciente ante tanto sufrimiento sintiendo un agotamiento físico y mental que lo lleva a dormir largas horas. Además la irritabilidad y la impotencia toman un gran protagonismo ya que durante esta etapa se enfrenta a la irreversibilidad de la muerte.
Si bien el doliente siente que esta etapa durará por siempre es importante considerar que se trata de una respuesta adecuada a una gran pérdida por lo que las emociones de la depresión deben ser experimentadas para sanar.
Quinta etapa del duelo: La Aceptación
Esta etapa consiste en aceptar la realidad de que nuestro ser querido se ha ido físicamente por lo que debemos comprender que esta nueva realidad que vivimos sin él será nuestra realidad permanente de ahora en adelante. Se trata de aprender a convivir con esta pérdida y crecer a través del conocimiento de nuestros sentimientos. Comenzamos a depositar nuestras energías en nuestras amistades y en nosotros mismos estableciendo una relación distinta con la persona fallecida.
Esta introspección te permitirá realizar una evaluación de tu vida y analizar cuál es el crecimiento obtenido durante este proceso. Esto se debe a que puedes observar que las cosas malas le suceden a la gente buena y a la gente mala también, por lo que la muerte no es percibida como un “castigo” sino como parte de la vida.
Superar un duelo requiere tiempo y un gran esfuerzo personal, su duración es siempre variable y depende de distintos factores. Sin embargo, algunas claves para superarlo son estas:
- Expresar sentimientos
- Recordar a la persona
- Asumir que se debe seguir viviendo
- Tomar tiempo para asumir la pérdida
La personas que han pasado esta experiencia reconocen que el duelo les ha hecho cambiar, crecer, madurar, valorar más lo que es realmente importante, disfrutar más de las cosas pequeñas de la vida, ser mejores personas, más sensibles y solidarias con el dolor de los demás, tener más esperanza… Las personas que más han sufrido después de perder a un ser querido suelen ser las que más esperanza dan otros que enfrentan una situación similar.