Aumenta esperanza de vida, pero sin cultura de prevención a la salud

Mientras en el México de 1930 se vivía en promedio 35 años, en 2014 las personas que nacen en el país tienen la esperanza de vivir 74.7 años.

El aumento en la esperanza de vida en los últimos 80 años se debe a un cambio epidemiológico, en el que las enfermedades infecciosas y parasitarias de aquella época dejaron de ser la principal causa de muerte en la población moderna, expone un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con motivo de la celebración del Día de Muertos.

Sin embargo, refiere que en la actualidad las defunciones son causadas principalmente por padecimientos crónico-degenerativos, lo que evidencia una cultura de prevención muy restringida hacia su salud, pues estas enfermedades están asociadas a hábitos y estilos de vida.

De acuerdo con el INEGI, registros administrativos señalan que en 2012 la diabetes mellitus, las enfermedades isquémicas del corazón, las del hígado y las cerebrovasculares son las principales causas de muerte de la población, al ocasionar 37.2 por ciento de los decesos totales.

En sus “Estadísticas a propósito del Día de Muertos” que da a conocer a través de un comunicado, el Instituto informa que el nivel de la mortalidad es diferente en cada grupo de edad y sexo, pues en 2012 se registraron más de 602 mil defunciones y la mayoría de ellas se concentró en edades adultas.

Precisa que 61.9 por ciento de ellas aconteció en la población de 60 años y más, y 24.6 por ciento en adultos de 30 a 59 años; mientras que la población infantil de cero a 14 años, y joven de 15 a 29 años que falleció en ese año, representa 6.7 y 6.1 por ciento de las defunciones totales, respectivamente.

Por sexo, en 2012 fallecieron 134.5 hombres por cada 100 mujeres; esta sobremortalidad se manifiesta en todos los grupos de edad y es más marcada en el grupo de 20 a 34 años con más de 300 defunciones masculinas por cada 100 muertes de mujeres.

En cuanto a la mortalidad en niños menores de un año, la mayoría de estas defunciones ocurre antes de que el infante cumpla los 28 días de haber nacido, con 62.7 por ciento, y las causas están asociadas a las condiciones de vida de la población y a la falta de cobertura del sistema de salud, sobre todo en lugares con mayor rezago social.

Las defunciones en edades de uno a 14 años distinguen dos etapas con niveles y causas de muerte que muestran diferencias significativas, explica el INEGI.

En la primera se encuentran las defunciones en edad preescolar de uno a cuatro años, siendo las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas, con 15.8 por ciento de ellas; los accidentes de transporte con 8.3, y la neumonía con 6.7 por ciento, las tres principales causas de muerte, estructura que se mantiene por sexo.

En la segunda etapa se encuentran las muertes en edad escolar, de cinco a 14 años, en las cuales la principal causa se da por accidentes de transporte con 13.3 por ciento, como de peatón o siendo pasajero en un vehículo.

Le siguen la leucemia con 8.7 por ciento y las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas, con 6.6 por ciento.

En la población joven masculina, de 15 a 29 años, las agresiones con 32.2 por ciento; los accidentes de transporte con 17.1 y las lesiones autoinfligidas intencionalmente con 6.6 por ciento, son las tres principales causas de muerte violentas, y en conjunto representan 55.9 por ciento de las defunciones acontecidas en este sector.

Por su parte, las defunciones en la población femenina es tres veces menor al de los hombres con el mismo cuadro epidemiológico de fallecimiento en las primeras tres causas de muerte: 11.9 por ciento fallece por agresiones, 11.4 por accidentes de transporte y 5.8 por ciento por lesiones autoinfligidas intencionalmente.

Así, en un marco general de datos estadísticos sobre la mortalidad en el país, aun cuando la población vive más años, menos es la cultura de prevención hacia su salud y autocuidado.

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