De: Inquietudes

El ciudadano Ricardo Monreal percibe que no hay piso parejo en la contienda interna de Morena.
Las bardas y espectaculares que ha encontrado a lo largo de su recorrido dan cuenta de una acción no permitida.
Por su parte, con la simpleza que le caracteriza el ciudadano Mario Delgado pide a los participantes deslindarse de la autoría de los mismos.
Quieren endosar la responsabilidad al pueblo bueno que de manera espontánea pintó bardas y colocó espectaculares con un mismo diseño y temática.
Y ello equivale, lo acepten o no, a quererle dar atole con el dedo no solo al pueblo bueno, sino lo peor al árbitro electoral.
Como si el hecho de que los aspirantes se deslinden sirviera para dar legalidad a la promoción.
En fin Morena, sus dirigentes y aspirantes se engañan solos al pretender burlar al arbitro electoral, a la ciudadania y las normas.
A fin de cuentas tanto quieren transformar la realidad que piensan que con modificar el discurso y no aceptar lo evidente, lo solucionan todo.
Allá ellos y su mala cabeza.
Mexicana
El ciudadano presidente se empeña en una aventura por demás arriesgada y nada económica, contraria como todos sus proyectos a la austeridad que pregona.
Invertirá una cuantiosa suma en crear Mexicana de Aviación, en principio porque tuvo que comprar la marca.
En fin, el tiempo y las circunstancias se encargarán de ubicarlo, por una decisión tan arriesgada, tomada en la última etapa de su gobierno

Por Alejandro Villegas