Preoocupan los deficientes niveles de agua en presa de Valsequillo

En casi más de medio siglo, desde la década de 1960, no se había observado un nivel tan bajo en la capacidad de la presa de Valsequillo previo al inicio de un año agrícola. El año 2023 será el más crítico para el embalse y el Valle de Tecamachalco, pues varios cultivos de hortalizas como jitomate, papa, cebolla, entre otros, deberán “sacrificarse” para garantizar el suministro hídrico para regar otros alimentos.

Esta situación derivará en el encarecimiento de varios productos alimenticios, proyecta el doctor en Ingeniería Química por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) e investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Francisco Javier Sánchez Ruiz.

“Preocupante”, es el adjetivo que el investigador utiliza repetidamente para evidenciar lo que pasará con los tres ciclos de riego de 2023. Un año atrás, el especialista advirtió, con base en proyecciones climáticas y matemáticas, que la presa podría tener en 2023 hasta 20 o 25 por ciento menos agua que en 2022. Su previsión fue casi acertada, pues la realidad es que, hasta el corte del 22 de marzo, Día Mundial del Agua, el embalse registró 29.6 por ciento menos líquido que el año pasado, y la situación parece no mejorar para los años siguientes, enfatiza el académico.

En entrevista con diversos medios de comunicación advierte que el nivel actual de la presa, que es de 70.1 por ciento, difícilmente mejorará en las próximas semanas, que será cuando la Comisión Nacional del Agua (Conagua) haga el primer riego del año y abra las compuertas del embalse. Para ponerlo en retrospectiva, precisamente un año atrás, la capacidad de la presa fue de 99.5 y, aún así, alcanzó en julio su punto más bajo de la última década, llegando a niveles inferiores a 20 por ciento.

Finalmente, se resalta que, aunado a la escasez de agua, otro de los factores que amenaza la seguridad alimentaria de la región central de Puebla es, precisamente, la contaminación de la cuenca del Alto Atoyac, cuyas aguas convergen en la presa de Valsequillo.

Por: Redacción

Foto: Twitter

Editor: Alexis Mexicano

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