¿El Senado detendrá el dedazo del presidente?
La Cámara de Diputados atentó contra la democracia al permitir que el presidente pueda, por decreto, crear comisiones consultivas, presidenciales e intersecretariales.
Por: Verónica Ruiz Nava
Otra Iniciativa de Morena se aprobó con el 66% de los Diputados para otorgar mayores atribuciones al Presidente de la República para que, sin pesos ni contrapesos, pueda por Decreto Presidencial crear Comisiones Consultivas, Presidenciales e Intersecretariales y otorgarles presupuesto; lo que significa un atentado más a nuestra democracia.
Nuevamente, la Coalición “Juntos Haremos Historia” conformada por los Grupos Parlamentarios de Morena, Partido Encuentro Social (PES) y Movimiento Ciudadano (MC) arrasaron para aprobar la reforma del artículo 21 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF) por la que se crean estas nuevas instituciones jurídicas burocráticas centralizadas o descentralizadas ahora llamadas Comisiones.
El Presidencialismo mexicano y la concentración del poder en el Ejecutivo Federal se hacen presentes con la reforma que ya fue aprobada en la Cámara de Origen y pasará para su discusión y votación a la Revisora, en este caso, de Senadores.
Se oficializa que por Decreto y Designación Directa del Presidente, es decir “por dedazo” se creen, organicen, se otorgue presupuesto, se determinen sus facultades y se prolongue su existencia de estas nuevas instituciones de la administración pública federal por Acuerdo Presidencial.
A todas las Comisiones, desde su nacimiento, se les ha criticado la falta de autonomía, su obscuridad financiera y la falta de vinculación de sus resultados. Han sorteado un largo camino hacia la independencia política, la transparencia y la delimitación de sus competencias.
Podemos ejemplificarlo con la historia de la Comisión Federal de Electricidad, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Comisionado para la Paz en Chiapas o la Comisión para la Paz y Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán. Todas estas, podríamos decir, un tipo de Comisión Intersecretarial.
Las comisiones intersecretariales, anteriores a la reforma en discusión, funcionan con el presupuesto dotado a la Secretaría de la cual dependen, las nuevas, Consultiva y Presidencial, se pretende que reciban recursos cuando “reporten directamente al Presidente” o si “fuese necesario”.
Los que estamos a favor de una administración pública eficiente, sana y ahorradora vemos los peligros del despilfarro del presupuesto público en los “dedazos” del presidente.
Es más democrático Votar una Terna en el Senado para designar a los titulares de dichas nuevas instituciones pues garantiza independencia, profesionalización, transparencia y acota las posibilidades de corrupción. Si las comisiones que pretenden crear cumplieran esos requisitos podríamos hablar de independencia política y no de “Amigos del Presidente”.
Ahora bien; Morena, quien ya hizo valer su mayoría en la Cámara de Diputados y puede hacer valer la que tienen en la de Senadores, pretende introducir una nueva forma de engordar la Administración Pública Federal a través de las Comisiones Consultivas y Presidenciales.
La creación de una Comisión Consultiva se deberá a la necesidad de una opinión técnica, profesional, especializada y por representantes de la sociedad civil sobre un tema en específico; por ejemplo, la Construcción de un Nuevo Tren Maya, sin que sus conclusiones sean vinculantes.
La segunda, la Comisión Presidencial se creará por razones de investigación, seguimiento o fiscalización para la toma de decisiones; por ejemplo, la Comisión de la Verdad sobre el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Es decir, otorgaremos presupuesto a comisiones que funcionarían como Virgilio Andrade en la actual Secretaría de la Función Pública, para adular al Presidente; o en su caso, puedan ser de adorno, totalmente, ignoradas; eso sí, funcionando con presupuesto público.
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