El PRI ha sido injustamente calificado: Guillermo Deloya

Guillermo Deloya, candidato del PRI a la alcaldía de Puebla, reconoce el rechazo social hacia su partido; pero pide recordar que también ha dejado cosas buenas.

Foto: Guillermo Castillo

«En el ejercicio del poder, el PRI ha sido injustamente calificado». Las palabras de Guillermo Deloya Cobián no esconden el cariño que tiene al instituto político que lo ha cobijado y que lo ha llevado tanto a puestos públicos, como a cargos partidistas.

Hoy, es su candidato a la Presidencia Municipal de Puebla capital y es la primera campaña que encara como contendiente, en un trayecto que ha sido todo, menos terso.

En entrevista con En Vivo Mx, asegura que al caminar por las colonias ha encontrado aceptación de quienes aún recuerdan los viejos gobiernos del tricolor; pero no puede dejar de reconocer el rechazo que las siglas de su partido causan luego de los últimos seis años del gobierno federal.

–»La gente está muy enojada con el PRI», señala el reportero.
–»Sí, y también está enojada con el PAN, te lo debo decir. Ocho años de gobierno municipal que han dejado una ruina de esta ciudad y creo que la gente está mucho más enojada con Acción Nacional, de lo que está con el PRI», ataja el candidato.

Defiende en que aun cuando han existido situaciones que dejan mal parado al priismo, también se ha dado resultados y ha creado instituciones que han sido benéficas para la gente; por eso, ante la popularidad que ha ganado el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pide no dejarse llevar por “modas”.

También pide recordar que los gobernantes actuales están más interesados en comprar reconocimientos y ser vistos “como la ciudad más cool”, que por evitar que se caiga en una situación de inseguridad e ingobernabilidad.

Así al votar, llama a hacerlo por quienes –sostiene– han propiciado activamente el desarrollo del país y sostiene que busca construir una victoria pues, para él, no existen las derrotas anticipadas.

Puebla, presa de malos administradores

Es en ese tenor que Deloya Cobián afirma que para gobernar Puebla capital, la cuarta ciudad con mayor población en todo el país, es necesario tener a “profesionales”, a funcionarios que además de preparación académica, tengan experiencia en la gestión pública.

Asegura que si la ciudad está en diversos problemas, no es por falta de dinero sino por la mala administración de los presidentes municipales, porque la Angelópolis es la quinta ciudad con más dinero en todo el país.

Señala que gracias a sus transferencias, aportaciones estatales, participaciones federales y recursos propios, Puebla contaría con suficiencia presupuestal para enfrentar sus dificultades; pero insiste en que los gobernantes, hasta ahora, no han destinado el dinero a los temas prioritarios.

Reordenar los recursos

Así, Guillermo Deloya asegura que de ganar, aplicará una reingeniería financiera para contar con el dinero suficiente como para ampliar el número y la capacitación de los policías que patrullan la ciudad y a la par, establecer un programa de prevención del delito.

Señala que esta estrategia incluirá la revisión de todas las concesiones existentes en la ciudad, como el sistema de bicicletas públicas “BiciPuebla”, el contrato que tiene Citelum para el alumbrado público, RESA en el relleno sanitario, y SUP y PASA para la recolección de basura.

También, adelanta, los proyectos –entre los que se cuentan libramientos al norte y al sur de la Angelópolis– contemplan la creación de un nuevo relleno sanitario; pero esta nueva infraestructura, declara, estará sujeta a un estricto plan de ordenamiento y desarrollo urbano, pues sostiene que hasta ahora, se ha dado manga ancha para que las empresas desarrolladoras de vivienda se adueñen de las reservas territoriales.

Yo transito con honor

Guillermo Deloya no tiene reparo en hablar de su ex jefe, Mario Marín, quien ha sido utilizado electoralmente como un lastre para el priismo poblano.

–¿Qué piensas cuando le dicen el nombre de Mario Marín?, se le cuestiona.

–Es un exgobernador del que tuve la oportunidad de ser su secretario particular y hasta ahí, contesta.

–¿Qué piensas de quienes te vinculan con él?

–Pues, vinculado estuve, laboralmente; sin embargo, creo que en la cortedad mental que les da dentro de la política, es su único argumento. Me dicen que yo era un desconocido de la política, qué bueno que no me conocen, como a otros, por estar inhabilitado por cuentas públicas o tener cuestiones qué saldar con la justicia; qué bueno que no me conocen por no tener la capacidad suficiente… Yo estoy limpio, transito con honor y llevo la frente en alto y el pecho erguido, concluye.