La hiperactividad en los niños
Después de haber pasado por una serie de denominaciones que se iniciaron con el de «Daño Cerebral Mínimo» y continuaron con la de «Disfunción Cerebral Mínima», actualmente se usa el diagnóstico de «Síndrome de Déficit Atencional – Hiperactividad» (SDA-H), que de acuerdo con la DSM IV diferencia 2 subgrupos:
- Subgrupo SDA-H con conducta disruptiva, en que predominan síntomas de trastorno oposicionista-desafiante, trastornos de conducta, labilidad emocional y resistencia al condicionamiento.
- Subgrupo SDA-H con trastorno específico de aprendizaje, en el que predominan los déficits perceptual y cognitivo, déficit atencional, y se expresa por bajo rendimiento en destrezas académicas específicas.
Las manifestaciones cardinales del SDA-H son:
- hiperactividad
- impulsividad
inatención o labilidad atencional
Hiperactividad
Consiste en una actividad motora excesiva y desorganizada; el niño tiene dificultad para quedarse quieto en los momentos en que debe hacerlo. El niño va a ser descrito como permanentemente en movimiento, «como dirigido por un motor». A distintas edades se expresa de manera distinta.
Hiperactividad en el 1er año de vida:
- Trastorno del sueño
- Cólicos importantes
- Irritabilidad
- Dificultad en la alimentación
- Vómitos voluntarios
- Poca adaptación a los cambios de rutina
Hiperactividad en el 2º año de vida:
- «Nunca camina, siempre corre»
- Muy inquieto, salta constantemente
- Destructivo, con ausencia de temor al peligro
- No persevera en ningún juego
- Toma un objeto tras otro
- Se intoxica con medicamentos y otras sustancias
Hiperactividad entre los 3-4 años de vida:
- Siempre está pidiendo algo y parece no escuchar
- No puede jugar solo y cambia de actividad constantemente
- No puede jugar con otros niños
- No responde a PREMIOS ni castigos
- Es rechazado por extraños al hogar
- En Jardín Infantil no acata normas ni sigue instrucciones
Hiperactividad entre los 6 y 9 años:
- Problemas de conducta escolar
- Dificultades de aprendizaje escolar
- Estilo conductual y cognitivo impulsivo
- Alta distractibilidad
- Baja tolerancia a las frustraciones
La conducta hiperactiva tiende a atenuarse desde los 12 años hacia arriba. En el adolescente se manifiesta fundamentalmente como una necesidad de someterse a una mayor cantidad de estímulos ambientales y experiencias nuevas, con dificultad para funcionar en tareas sedentarias y posponer la satisfacción inmediata de necesidades.