La hiperactividad en los niños

Después de haber pasado por una serie de denominaciones que se iniciaron con el de «Daño Cerebral Mínimo» y continuaron con la de «Disfunción Cerebral Mínima», actualmente se usa el diagnóstico de «Síndrome de Déficit Atencional – Hiperactividad» (SDA-H), que de acuerdo con la DSM IV diferencia 2 subgrupos:

  1. Subgrupo SDA-H con conducta disruptiva, en que predominan síntomas de trastorno oposicionista-desafiante, trastornos de conducta, labilidad emocional y resistencia al condicionamiento.
  2. Subgrupo SDA-H con trastorno específico de aprendizaje, en el que predominan los déficits perceptual y cognitivo, déficit atencional, y se expresa por bajo rendimiento en destrezas académicas específicas.

Las manifestaciones cardinales del SDA-H son:

  • hiperactividad
  • impulsividad

inatención o labilidad atencional

Hiperactividad

Consiste en una actividad motora excesiva y desorganizada; el niño tiene dificultad para quedarse quieto en los momentos en que debe hacerlo. El niño va a ser descrito como permanentemente en movimiento, «como dirigido por un motor». A distintas edades se expresa de manera distinta.

Hiperactividad en el 1er año de vida:

  1. Trastorno del sueño
  2. Cólicos importantes
  3. Irritabilidad
  4. Dificultad en la alimentación
  5. Vómitos voluntarios
  6. Poca adaptación a los cambios de rutina

Hiperactividad en el 2º año de vida:

  • «Nunca camina, siempre corre»
  • Muy inquieto, salta constantemente
  • Destructivo, con ausencia de temor al peligro
  • No persevera en ningún juego
  • Toma un objeto tras otro
  • Se intoxica con medicamentos y otras sustancias

Hiperactividad entre los 3-4 años de vida:

  • Siempre está pidiendo algo y parece no escuchar
  • No puede jugar solo y cambia de actividad constantemente
  • No puede jugar con otros niños
  • No responde a PREMIOS ni castigos
  • Es rechazado por extraños al hogar
  • En Jardín Infantil no acata normas ni sigue instrucciones

Hiperactividad entre los 6 y 9 años:

  • Problemas de conducta escolar
  • Dificultades de aprendizaje escolar
  • Estilo conductual y cognitivo impulsivo
  • Alta distractibilidad
  • Baja tolerancia a las frustraciones

La conducta hiperactiva tiende a atenuarse desde los 12 años hacia arriba. En el adolescente se manifiesta fundamentalmente como una necesidad de someterse a una mayor cantidad de estímulos ambientales y experiencias nuevas, con dificultad para funcionar en tareas sedentarias y posponer la satisfacción inmediata de necesidades.

 

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