Biblioteca Central BUAP cumple 3 años de servicio al público

Singular por su arquitectura, sus servicios y su ambiente de libertad, la Biblioteca Central, en el ala sur de Ciudad Universitaria, cumple tres años al servicio de la comunidad de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y de la sociedad poblana, a cuyos usuarios –niños, adolescentes, jóvenes universitarios y adultos-atiende con calidez y calidad.

En tres años, el acervo bibliohemerográfico ha pasado de 110 mil a 120 mil volúmenes, a disposición de casi 4 mil 200 visitantes diarios, de todas las edades. De ellos, 70 por ciento son universitarios y 30 son usuarios externos.

El amplio vestíbulo, de estilo minimalista, rompe con la tradición de esas entradas bibliotecarias serias, grises, solemnes. Pinturas, áreas de convivencia con sillones cómodos, una señalética precisa y agradable a la vista, dan la bienvenida al usuario. El ir y venir de jóvenes indica que es una biblioteca viva.

Silvia Jaime Hernández, Directora General de Bibliotecas, y René García Espinosa de los Monteros, Coordinador de la Biblioteca Central, son los anfitriones en un recorrido por estos espacios del conocimiento, la cultura y el arte.

Hacia el poniente, un pasillo nos abre las puertas de la Biblioteca Infantil, un espacio orientado a motivar en los pequeños el hábito de la lectura.

Sus programas, denominados Círculos de Lectura, están abiertos a niños de cero a 13 años; así como talleres que buscan acercar a los niños a la ciencia y a las artes: sesión de experimentos, talleres de elaboración de piñatas, de catrinas, cursos de verano, son algunas de sus actividades. Es un espacio, además, con juegos infantiles que brindan a los niños una nueva imagen de las bibliotecas.

Junto al área infantil está la de préstamos de iPad, servicio exclusivo para la comunidad universitaria, que puede usarlas por un lapso de dos horas. Enfrente, la Cineteca “donde los chicos pueden consultar y ver más de 600 títulos de cine de arte, comercial, documentales, en formato DVD y Blu-Ray”, explica Silvia Jaime Hernández.

La Biblioteca Juvenil es un espacio destinado a los adolescentes, su acervo y recursos impresos y electrónicos están al servicio de estudiantes de secundaria y preparatoria. En ella destaca una amplia colección de comics, “primera en una biblioteca universitaria a la que llamamos ‘comicteca’.

Ahí se encuentran clásicos como Memín Pinguín, y otros que son primer número, lo que los hace sumamente valiosos para cualquier colección”, comenta y explica: “la idea de tener estos comics fue motivar y regresar a los alumnos de ese rango de edad (14-18 años) a las bibliotecas. El gancho fue el comic que es lo que ahora leen los jóvenes y de ahí van avanzando a otros niveles de lectura”.

En los estantes de esta área juvenil hay obras de consulta temáticas, para que los adolescentes no reduzcan su campo de investigación a lo que encuentran en la computadora. Se brindan servicios de asesoría de tareas, con el apoyo de estudiantes en servicio social.

Una sección que nos permite cumplir con nuestra responsabilidad social es la sala de invidentes, la tifloteca, donde se atiende tanto a universitarios como a chicos desde primaria hasta preparatoria. Todos los servicios son gratuitos: impresión en braile y asesoría para lectura en este sistema; equipos con tecnología para invidentes”.

Pasamos al primer piso, conocido como “Piso Verde”. Ahí se encuentran las oficinas administrativas de la Dirección General de Bibliotecas y la primera parte de la colección general, junto con las áreas de consulta y reserva.

Ahí se ubica una sala de cine con cupo para 27 personas. La Dirección de la Biblioteca Central arma los ciclos de cine temáticos, dependiendo la época del año o algún suceso que esté ocurriendo en el mundo. Hay proyecciones en 3D de manera regular, cuya calidad es muy buena.

En el segundo, “Piso Naranja”, está la segunda parte de la colección general. A diferencia de las bibliotecas comunes que obligan al usuario a guardar silencio, en ésta hay una Sala de Silencio, donde el usuario encuentra un espacio propicio para la concentración. Pero hay más: en este piso se encuentra una Sala de Descanso, donde el estudiante puede incluso tomar una siesta cuando tiene que pasar varias horas en la biblioteca.

Un espacio de comunicación y expresión artística es el “Árbol del Verso y la Poesía”, un espacio que permite a la comunidad universitaria manifestar sus sentimientos e incluso publicar algún anuncio. “Los poemas o versos más bonitos los subimos al Facebook de la biblioteca. Hubo un mensaje que dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales: México tan cerca de Espinosa Paz y tan lejos de Octavio Paz”, comenta la Directora.

En este mismo piso está una sala de videoconferencia con capacidad para 40 personas; cubículos de estudio con cañón de proyecciones; sala de cómputo con software especiales para estudiantes del área de ingeniería y tecnología. Hay una sala de Xbox que contribuye a un desarrollo integral de los jóvenes; ahí la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura tiene a su cargo cursos y talleres que han tenido mucho éxito.

El tercero es el “Piso Azul”, ahí se ubica la Tesiteca, donde se resguardan todos los trabajos terminales de las licenciaturas que se imparten en Ciudad Universitaria. Hay una sala de cómputo, otra sala de conferencias, áreas de estudio, área de restiradores, la planoteca y el espacio de revistas impresas.

Aquí se encuentra la Jefatura de Servicios Especializados que se encarga de monitorear todos los recursos electrónicos a los que tiene suscripción la BUAP y atiende a los investigadores cuando tienen que revisar artículos o consultar las citas que han tenido sus trabajos de investigación.

Una biblioteca activa

La Biblioteca Central Universitaria es también un espacio abierto al arte y la cultura. En el vestíbulo se puede disfrutar de exposiciones temporales, obras de teatro y danza; hay, además, algunos torneos de ajedrez.

Es un espacio de expresión artística abierta, a quienes busquen un lugar en donde mostrar sus obras; es una contribución de la Biblioteca Central para que los usuarios enriquezcan su visión de la cultura”, explica García Espinosa de los Monteros.

Una actividad que se realiza año tras año en la Biblioteca Juvenil: el Encuentro de Autores de Cómic, que ha reunido en la Biblioteca Central tanto a dibujantes como argumentistas y analistas del comic. En 2014, contó con la presencia de Sixto Valencia, creador gráfico de “Memín Pinguín”, quien presentó la exposición temporal: “Memín, un niño de 50 años”. Conferencia y concursos enriquecieron este encuentro.

Jaime Hernández destaca, entre muchas otras, las Jornadas de Capacitación de Bases de Datos del Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica; las Jornadas Bibliotecarias.

Los Talleres de lectura, tanto para niños como para jóvenes e incluso para adultos, es una actividad constante tanto en las bibliotecas Infantil y Juvenil, como en la cafetería de la Biblioteca Central. Todos los días de la semana estos talleres tienen una excelente respuesta de niños y adolescentes; sin embargo, ambos funcionarios reconocen que ha costado trabajo con jóvenes de licenciatura, porque desde su educación básica no tienen el hábito de la lectura.

Pero hay algo que muestra el avance en estas campañas de lectura y en la asesoría a estudiantes de secundaria y preparatoria: es el trabajo de alumnos que prestan su servicio social en la Biblioteca Central; muchos se quedan como voluntarios, con ellos se ha formado el colectivo “Convivencia en Letras”, que realiza círculos de lectura en los que se conjugan la lectura y la música.

Redacción

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