De: Masacre
La masacre que se registró en Salvatierra, al igual que la más reciente en el Estado de México, ponen en evidencia que los grupos criminales, a los que el ciudadano presidente sigue ofreciendo abrazos y no balazos siguen presentes.
El asesinato de jóvenes en Jalisco y otras tantas desgracias, son presentadas como hechos aislados y por tanto minimizados, como parte de una estrategia en la que se le da la vuelta a la página a todo lo negativo para solo resaltar lo positivo.
El caso más llamativo, sin duda, en el pasado reciente es la devastación que dejó Otis a su paso por Acapulco, pero no es el único la desgracia en la mina de pasta de Conchos y la masacre de la familia Lebaron, son otros de los más visibles.
Pareciera que el ciudadano presidente está más enfocado en demostrar de cualquier forma y con cualquier argumento que en su administración no ha habido más desaparecidos o asesinados que en el pasado.
Aunque no sean capaces de presentar de manera directa a los desaparecidos que, localizados, los borran de un plumazo, para cambiar la escena, en tanto que quienes buscan a sus familiares, insisten en que sus casos no son atendidos.
Por donde se vea, es más que claro que en el caso de la masacre de Salvatierra, el ciudadano presidente y la 4T buscarán la forma de seguirle sacando la vuelta a la situación para minimizarla y tratar de que el adversario sea lo menos visible, pero eso sí en la medida de lo posible endosando culpas al pasado o a los gobiernos emanados de otros partidos.
Ministros electorales
Habrá que ver si la designación de los nuevos ministros del Tribunal Electoral de la Federación se concreta con la urgencia que se requiere.
No hay que perder de vista que la Sala Superior del TEPJF, a la que deberán integrarse esos magistrados será la encargada de sancionar la elección del 2 de junio.
Por: Alejandro Villegas
