De: Designación
El ciudadano presidente puede designar a quien le plazca como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, luego de que ninguna de las tres mujeres propuestas fuera avalada por el Senado.
Con ello, el rechazo a la segunda terna que envió el ciudadano presidente, el Legislativo recobró de manera parcial su legitimidad e independencia.
Aunque, por supuesto el desarrollo era esperado, luego de que se rechazó la primera terna y fue presentada la segunda.
Al menos en esta ocasión, no se pudo cumplir en el Legislativo la voluntad del ciudadano presidente, aunque finalmente la decisión quedó en sus manos.
Todo indica que la elección del ciudadano presidente entre las ciudadanas Bertha María Alcalde Luján, Lenia Batres Guadarrama y María Eréndira Cruz Villegas Fuentes, se inclinará por la primera de ellas.
Pero a fin de cuentas eso es lo que tiene menos importancia, en el fondo lo evidente es que, a partir de ahora, en teoría contará con 4 votos en el Pleno máximo tribunal del país, lo que le permitiría superar las controversias constitucionales que hasta el momento han constituido una opción importante en la estrategia jurídica de la oposición.
Esto porque hay que tomar en cuenta que, en ocasiones, algunos de los cuatro ministros que en teoría serían afines a la 4T, incluido el ciudadano ministro Arturo Záldivar en más de una ocasión, han emitido votos adversos.
Y lo que busca el ciudadano presidente es una fidelidad absoluta a la 4T, por parte de las y los ministros que ha propuesto y la que ahora habrá de designar.
A ver si no termina por señalar que le siguen saliendo “conservas”, como él lo ha señalado.
El Pinabete
La 4T mantiene el sesgo del manejo discursivo y la elusión de responsabilidades.
Tras anunciar que todo estaba listo para el rescate de los cuerpos de los mineros sepultados en la mina, relajó el discurso para no asumir de manera directa el proceso de recuperación.
Y con ello, tratar de aminorar el impacto social.
De cualquier forma, logró una vez más darle la vuelta a la página y eludir, con pretendido éxito la acre crítica social.
Por: Alejandro Villegas
