De: Información
Por: Alejandro Villegas
El ciudadano presidente insiste en victimizarse y calificarse como el mandatario más atacado por los medios, desde los tiempos de Francisco I. Madero, y al mismo tiempo, enarbolar la bandera de la libertad de expresión, en la que se fundamenta el desempeño de los periodistas.
Pero lo que no destaca es que, al menos en la historia reciente del país, es el mandatario que en uso del derecho de réplica ha criticado más a los medios, conductores, columnistas y articulistas.
Y en el extremo, puso en operación el espacio denominado “quién es quién en las mentiras” para tratar de esclarecer las que considera como noticias falsas, en lugar de responder de frente a los cuestionamientos mediáticos.
Lo malo es que al momento, en sus emisiones, más allá de aclarar y presentar lo que debe ser su verdad, el ciudadano presidente y su vocera, en ese espacio, han quedado a deber.
Si el ciudadano presidente en verdad quiere que no cundan la desinformación y las noticias tendenciosas, bien haría en ser precisó en sus declaraciones, y solicitar lo mismo a sus colaboradores, y en todo caso, indagar los señalamientos de los medios, en lugar de descalificarlos en automático.
Si tiene información de los beneficios que recibían directivos de medios, en el pasado, bien haría en hacerlos públicos, en lugar de emitir enunciados generales que en nada contribuyen a la transparencia.
No se puede pedir claridad y ejercicio pulcro, cuando no se actúa con el ejemplo, y se privilegia la vía de la confrontación.
Si el ciudadano presidente aspira a tener una prensa dócil, pone en evidencia que desconoce la historia, trayectoria y esencia del quehacer periodístico en el país.
CFE
En un afán más de nacionalismo, el ciudadano presidente anuncia una iniciativa para fortalecer la presencia de la CFE en el mercado nacional de la energía eléctrica.
Plantea modificar la Constitución para que 54 por ciento sea abastecido por la Comisión Federal de Electricidad y 46 por ciento para la iniciativa privada.
Falta ver, por supuesto, si la pretendida modificación no se opone a los compromisos establecidos en el TMEC.
Aunque lo evidente es que, en lo inmediato encontrará respuesta por parte de la iniciativa privada.
