Se disparó consumo de cocaína desde 1988
Aguascalientes/Notimex.- El exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, indicó que a pesar del avance de la ciencia y la tecnología, que ha enriquecido al Sector Salud, debe conservarse la dimensión humanista, para no desnaturalizar a la medicina, al indicar que el consumo de cocaína creció 10 veces de 1988 a 2011.
El psiquiatra destacó, durante el Sexto Congreso Internacional de Estudiantes de Medicina de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), el ejemplo de la institución educativa por su plantilla académica, pues gracias a su labor se pueden constatar los avances que han aportado médicos egresados del Centro de Ciencias de la Salud.
Durante la conferencia «Las drogas como problema de salud», la cual dictó como parte de la cátedra que lleva su nombre, Juan Ramón de la Fuente expuso que según la más reciente Encuesta Nacional de Adicciones, el problema de consumo de sustancias nocivas ya no es solamente en jóvenes del nivel medio superior, sino también en educación secundaria.
Expuso que en este sector se ha notado un incremento considerable, debido a que se debe prestar especial atención, «pues entre más temprano se inicia el consumo experimental de drogas, existe mayor posibilidad de adicción».
Respecto a la tasa de consumo en México, resaltó que hay estados con una problemática grave, como algunos del norte del país, Jalisco y Quintana Roo.
Además, explicó que de los años 1988 al 2011 creció el consumo de cocaína 10 veces más, pasando de 0.33 al 3.33 por ciento, lo que representa un foco de atención, al igual que en el caso de la heroína, que en los próximos años será una de las sustancias ilícitas más consumidas en el país.
De la Fuente dijo que sólo alrededor del 2.3 por ciento de los recursos en México se destinan a salud, porcentaje muy bajo a diferencia de otros países, además indicó que durante los últimos cinco años, hubo 140 mil detenidos por delitos de posesión de droga, que en su mayoría fueron jóvenes.
De estos hubo 54 mil averiguaciones previas y sólo siete mil 700 remitidos a tratamiento, lo cual habla de una falta de programas de prevención, educación, rehabilitación y atención al consumo.
