Desintoxicación y Depuración
Ahora que están muy de moda los tratamientos “detox” y los jugos del mismo nombre por un X número de días, se ha vuelto muy frecuente la pregunta de si es necesaria una desintoxicación del cuerpo. La respuesta es sí. Es más, yo diría que después de los 25 años de edad, es hasta casi urgente y más con el estilo de vida actual en cuanto a hábitos alimenticios.
¿Estos procesos detox sirven? Claro que sí, pero hay que entender antes que otra cosa que no es lo mismo desintoxicar que depurar. En el caso de los programas detox de tres días, green juices o incluso smoothies durante siete, 14 ó 21 días sí contribuyen a ayudar al cuerpo a disminuir la acidez interna acumulada. Lo depuran, más no lo desintoxican en realidad, hablando de un sentido más amplio y estricto.
El proceso de desintoxicación del cuerpo humano es mucho más arduo, requiere más paciencia y sobre todo tiempo y abstinencia precisamente de un sinnúmero de productos que encontramos en el mercado y que lo están intoxicando y mermando paulatinamente en el transcurso de los años vividos. Es más, cuando voy al supermercado me da la impresión que cada día surgen productos nuevos, con más conservadores y por tanto más dañinos.
Simplemente habría que hacer la siguiente reflexión: si llevo 25, 30 ó 40 años comiendo lo inadecuado y tóxico para el organismo, ¿cómo pretendo en una semana –y con una sola ingesta- desalojar lo acumulado? Si nos vamos barata la cosa, por lo menos deberíamos tomarnos el 10 por ciento de ese tiempo -diría yo- para recuperar la amada salud. Sería algo justo para el cuerpo.
Aquí es cuando comprendemos que un jugo diario siete, 14 o 30 días nos queda chico. Sin embargo, es un esfuerzo que por supuesto nuestro cuerpo capitaliza. Jamás me cansaré de repetir que el cuerpo humano es una extraordinaria maquinaria, funciona con lo que le das, aunque sea deficiente, cuantimás lo harás mejorar dándole alimentos de calidad. Y eso hacen estos jugos, le ayudan a restablecer sus equilibrios naturales.
Este esfuerzo de jugos no es un desperdicio, para nada, en mucho ayuda al cuerpo a depurar y reestablecerse, pero no llega a desintoxicarlo en un sentido más amplio. Una desintoxicación debe abarcar nuestros órganos depurativos y nuestros sistemas más congestionados y afectados por las deficiencias y vicios alimenticios: hígado, riñones, pulmones y sistema digestivo.
Ahora bien, si tomamos un reto detox, terminamos y regresamos a nuestros mismo hábitos dañinos, ¿para qué el esfuerzo? Definitivamente es necesario un cambio de consciencia para lograr la modificación de nuestras rutinas alimenticias para siempre. Esto no significa que vamos a renunciar de una vez y para el resto de nuestros días de todo lo que nos gusta. Lo vamos a comer, pero dosificado, equilibrado. Pero la mayoría de nuestros alimentos lo vamos a sustituir con lo que yo llamo “comida real”: cosechada, no empaquetada y no conservada.
Comemos para darle gusto a las papilas gustativas. También hay que hacerlo para darle gusto al cuerpo. Necesitamos lograr ese equilibrio. Además, créanme que comer sano no debe ser un sacrificio, hay recetas deliciosas que incorporan un gran número de vegetales; además un aderezo exquisito lo es todo en una ensalada.
Todo se logra con paciencia, amor y cuidados y me parece que de eso andamos los humanos sobrados para darnos a nosotros mismos. ¿O no?