De Judas y Mata Haris
Para traicionar, antes hay que ganarse a la víctima. Una vez que ésta te aprecie, te quiera, entres a su casa, comas en su mesa y sepas sus más íntimos secretos, entonces, clavas la puñalada por la espalda.
Leer másPara traicionar, antes hay que ganarse a la víctima. Una vez que ésta te aprecie, te quiera, entres a su casa, comas en su mesa y sepas sus más íntimos secretos, entonces, clavas la puñalada por la espalda.
Leer más