De: Aduanas
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Por: Alejandro Villegas
El ciudadano presidente asigna una nueva tarea a las fuerzas armadas con la que pone a prueba su capacidad de operación y resiliencia, y de paso proyecta una abierta confianza en sus integrantes. Pero con tantas tareas, pone en riesgo la imagen de las fuerzas armadas.
Las fuerzas armadas, Marina y Ejército están a cargo de múltiples tareas, que se antojan diferentes de las contempladas en su creación, como lo es la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles y ahora tendrán a su cargo la operación de la Agencia Nacional de Aduanas de México, con la que el ciudadano presidente busca terminar con la corrupción que de acuerdo a su visión persiste en las aduanas del país, en las que se registra incluso el trasiego de drogas y combustibles.
Lo malo es que los señalamientos de corrupción, al momento más allá de una limpia generalizada, no se han plasmado en la apertura de procesos judiciales y el consecuente señalamiento de responsables directos. O al menos no se han difundido con la amplitud que pudiera esperarse.
A decir del ciudadano presidente en el organismo de nueva creación no se aceptarán recomendados, y se busca terminar con el botín que hasta el momento representaban las aduanas.
El tiempo y las circunstancias se encargarán de colocar la situación en su justa dimensión, en tanto las fuerzas armadas fieles a su espíritu y disciplina, asumirán la nueva encomienda, aunque poco o nada se diga del incremento de sus elementos para hacer frente a las múltiples tareas que les confiere el ciudadano presidente.
Consulta
El ciudadano presidente tiene, sin duda, un gran reto de cara a la realización de la consulta ciudadana, cuya promoción está en marcha por parte del INE.
A partir de hoy debe suspenderse la promoción gubernamental y los actores interesados en ese ejercicio de participación ciudadana, solo deben promover la participación de la colectividad.
Pero, el ciudadano presidente al igual que todos aquellos que no quieran ser reconvenidos por el árbitro electoral deberán abstenerse tratar de influir en el sentido del voto que emitirá el ciudadano.
Sin embargo, lo cierto es que la consulta que el ciudadano presidente promovió para llevar a juicio o no a los expresidentes, terminó en la formulación de una pregunta que los deja al margen, o en el mejor de los casos, los incluye de manera tan generalizada, que con mucha imaginación se puede percibir el propósito original.
Y, en el extremo, lo que ya tenemos claro es que el principal promotor de la consulta, el ciudadano presidente no participará en ella.
