Aquí están las lajas del Centro Histórico de Puebla

Nota del Editor: Los comentarios aquí vertidos son responsabilidad directa de su autor y no reflejan la opinión de En Vivo Mx.

Por: Verónica Ruiz

Querido Pueblo Mío: La Ciudad de Puebla en cada una de sus calles y sus rincones más pintorescos ofrece cucharadas y gotitas de cultura. Esta ciudad ofrece caudales de historia que resuenan en cada una de sus edificaciones, herrería, paredes y pisos. Incluso, querido lector, te puedo pasear por Puebla y contarte las historias magníficas que componen su sustancia y que nos hacen ser quienes somos.

He compartido con grandes amistades nuestra gastronomía y los lugares que significan mucho para mí como poblana. Puedo llevarte de la mano y señalarte con singular alegría el Balcón desde el cual Francisco I. Madero pronunció el 14 de julio de 1911 desde el Hotel Colonial. Puedo contarte sobre la fundación de la ciudad el 16 de abril de 1531 y hablarte del Valle del Cuetlaxcoapan.

Probablemente, en el paseo surjan historias morbosas. Te podría mencionar que desde que recuerdo el Centro Histórico de la ciudad ha tenido intervenciones y que muchas de las piedras de nuestras calles poblanas han desaparecido. Las piedras lajas son planas y tienen un tamaño aproximado de 40 centímetros de ancho por 70 de largo, aproximadamente. Algunas son de color gris obscuro y son características del piso de la ciudad.

Tal es la dimensión del pernicioso saqueo que el gobernador del Estado, Miguel Barbosa, ha sido puntual en la pregunta ¿Dónde están las lajas del centro histórico de la ciudad? Es por ello, que solicitó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) una investigación sobre las lajas originales y aportó datos de algunas bodegas en donde, presuntamente, existe la venta de las lajas.

Te preguntarás entonces querido lector ¿Dónde están las lajas?

Algunas lajas de mi Ciudad de Puebla, hoy, forman parte del piso de la casa principal del “Rancho 74” ubicado en Valle de Bravo, Estado de México. De la mano de clientes desconocidos, el finado arquitecto mexicano Guillermo de Cajiga o Willi de la Cajiga concibió el proyecto del rancho que mide 7 mil metros cuadrados y que consta de una Casa principal y 2 casas de visitas. Desde sus ventanas se enmarca la naturaleza y el bosque de Valle de Bravo; por lo que no se ve ninguna otra casa.

Las lajas de más de 200 años de historia adornan la entrada principal, el patio interior, balcones y la sala de estar. El proyecto hecho casa habitación enmarca la Obra de Arte de Willi de la Cajiga de la mano del también finado Francisco Toledo y artesanos de Oaxaca que intervinieron en el trabajo de pisos, paredes y techos de la obra.

En la opinión de expertos Rancho 74 es una obra maestra de la arquitectura mexicana contemporánea. Representa el sincretismo entre lo nuevo y lo viejo. Además, es un espacio de diálogo constante con el arte y la creación ya que no hay límites en la conjugación de elementos. El rancho está valuado en 12 millones de dólares o 210 millones de pesos y, actualmente, se encuentra a la venta.

De la misma forma que las lajas, la madera africana que se importó en 1968 para la construcción de la línea 1 del metro de la Ciudad de México forma parte del piso de otra de las terrazas con la que cuenta la casa. Es por ello que algunos mencionan que Rancho 74 se trata de un verdadero museo y es la expresión del amor que el arquitecto Willi de la Cajiga tenía por México.

También se exhiben piezas de artistas como Ricardo Ángeles, Jacobo y María Ángeles, Francisco Toledo, Dr. Lakra, Irving Herrera, José Cruz, Olegario Hernández, Roberto Cortázar, José Guadalupe Posada, Diego Rivera, entre otros.

¿Si un elemento histórico forma parte de otra obra maestra será posible retirarla y ubicarla, nuevamente, a donde pertenece?

¿Acaso ha sido posible para Italia recuperar a la Gioconda?

Al parecer, la historia de las lajas no finaliza con la construcción del Zócalo de la Ciudad de Puebla. Continúa, ahora como parte de la exposición privada en Rancho 74. Las piezas históricas no nos pertenecen, somos sus cuidadores, sus garantes temporales y su existencia continúa mucho más allá de la vida de cada uno de nosotros.

Mi alma descansa con el hecho de saber que las lajas fueron tratadas por artesanos oaxaqueños expertos y que, si bien, no están donde deberían, por lo menos fueron apreciadas por alguien que sí les dio su valor. Guillermo de la Cajiga.

veronicaruizconferencia@gmail.com
www.youtube.com/c/BabyVeroRn
www.twitter.com/verorn_13

Redacción

Somos un equipo listo para actuar. Estamos dispuestos a llevarte la información más relevante en el momento que lo requieras. Checa nuestra web y redes sociales ¡No te arrepentirás!

A %d blogueros les gusta esto: