Soberanía a modo en Reforma Eléctrica

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Por: Verónica Ruiz Nava

Querido Pueblo Mío: El Presidente AMLO confirma la falta de liderazgo en los compromisos internacionales ecológicos derivados del Acuerdo de París. Dicho acuerdo fue suscrito y ratificado por México en 2016 junto con otros 189 países. Representa un esfuerzo mundial para combatir el cambio climático a través de una menor generación de emisiones de carbono. Es decir, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el aumento global de la temperatura.

¿Será suficiente que como ciudadano comprometido se lleven a cabo acciones ecológicas para reducir las emisiones de gases?

El 23 de febrero de 2021 la Cámara de Diputados en San Lázaro aprobó en lo general la Iniciativa Eléctrica del Presidente AMLO. La verdad sea dicha, los diputados de Morena, PES y PT tienen la capacidad de aprobar las iniciativas preferentes que demande su líder sin necesidad de sopesar o siquiera estimar un análisis técnico respecto de la materia que se discuta. Representan una mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores. Por lo que, esa mayoría se hizo visible al inicio de este último periodo ordinario de sesiones.

Ahora bien, el marco de la Reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) busca, entre otros cambios, eliminar las Subastas del Mercado Eléctrico. Esto significaría, en primer lugar, la compra de energía que producen las mismas plantas de CFE.

Lamentablemente, el discurso del partido en el poder, Morena, se basa en una especie de alegoría a la Soberanía nacional o eléctrica. Carece de argumentación técnica o incluso jurídica respecto de la posición de México en el mundo. Un concepto de soberanía a modo que esconde la falta de un plan energético y de inversión en nuevas tecnologías que produzcan energía limpia, económica y renovable.

Lo que busca la Subasta del Mercado Eléctrico es adquirir la energía más barata del mercado. Sin embargo, la reforma propone que se adquiera la energía que producen las plantas de CFE, es decir, la denominada energía sucia que proviene de combustibles fósiles. Por lo que, aunque las empresas privadas productoras de energía limpia y renovable como la solar o la eólica vendan energía más barata, esta se consumiría sólo como última opción y para lo que haga falta.

Actualmente, la CFE no ha propuesto un plan de inversión en el desarrollo de energías limpias, ni cuenta con el presupuesto para llevarlo a cabo. Por lo que, si el Senado aprueba la reforma se dependerá, en su mayoría, en la producción de energía de plantas hidroeléctricas y a base de combustóleo; es decir, energía sucia. El posible resultado es el costo que se trasladará a cada uno de nuestros “recibos de luz” y en contravención a lo establecido en el Acuerdo de París.

Además de las implicaciones internacionales, amparos o procesos ante el poder judicial por concepto de indemnizaciones por parte de las compañías que ya participan en el Mercado Eléctrico. El contexto es que el presidente AMLO no ha generado una propuesta de inversión en energía limpia para México. En cambio, pretende inyectar recursos a CFE, haciéndonos dependientes de la energía sucia y que compromete el desarrollo del país en años venideros.

Los presidentes de Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, Biden y Trudeau, durante su primera reunión ratifican los convenios adquiridos en el Acuerdo de París. El presidente AMLO, por otro lado, obliga a depender de las energías sucias. En el inter, ciudadanos como tú y como yo, reciclando y llevando a cabo medidas ecológicas.

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Verónica Ruiz Nava

Abogada experta en derechos humanos y derecho constitucional. Imparto conferencias y soy trotamundos poblana.

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