Miserias en tiempos de pandemia
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Por: Israel Velázquez
Un hombre de cabello hirsuto lleva un suéter amarrado a la cintura. Sentado afuera de la sucursal de Bancomer de la 31 Poniente y 29 Sur se alimenta con tres bolillos: uno de ellos lo tiene sobre su ennegrecido pantalón, otro en una de sus manos y uno más sobre el concreto. Frente a él, un puesto ambulante de fruta picada que se sostiene de un depósito de basura de esos que coloca el gobierno municipal.
Es una estampa, apenas, del descuido que tienen las autoridades para garantizar que los poblanos cumplan con quedarse en casa o que estén todos en un lugar seguro. ¿Qué apoyos tienen para los vendedores ambulantes?, ¿y para las personas en situación de calle?, ¿qué puede esperar a quien pone en la banqueta algo que terminará en su estómago?
Antes de cruzar la 31 Poniente el hombre de cabellos hirsutos mete la mano al depósito de basura, saca una lata de coca-cola y se la empina. Quienes se han alimentado con una gaseosa y una torta conocen la inigualable sensación de saciedad que queda con tan simples alimentos…, aunque sepamos que en ello nos va la vida.
Esto, lo sabemos, ocurre a unos días de que el gobierno federal dé paso a la Fase Tres con la que haremos, sí, en plural, frente a la pandemia de coronavirus.
Nada, ni quedarse en casa, es algo simple en estos tiempos: el futuro político y profesional de gobernantes y políticos depende de las decisiones que tomen para proteger a los ciudadanos de la pandemia que tiene a gran parte de la Población Económicamente Activa metida en casa.
Los otros, los gobernados, dependen de las decisiones de gobernantes y políticos, con el pequeño gran detalle de que una mala decisión de éstos puede costarles la vida. Basta ver al vagabundo y a los vendedores de fruta para entender que las teorías macroeconómicas tienen sentido para unos cuantos, para los menos.
La gravedad de lo que se viene no ha sido dimensionada ni por los gobernantes ni por el grueso de la población que aún parece más crédula a los dichos que a los números; por ejemplo, en las nuevas estadísticas municipales presentadas el jueves por Hugo López-Gatell queda claro que el coronavirus ya tiene presencia en 31 municipios, que 112 municipios son vecinos de otros municipios con contagios, y que sólo 74 aún no tienen contagios ni vecindad con municipios que sí tienen contagios.
Podemos decirlo de otra forma: de los 217 municipios del estado de Puebla sólo 74 quedan libres del mortal virus; y no sólo eso: Puebla es el cuarto estado con más fallecimientos por coronavirus. Hasta el jueves 16 de abril eran 32, sólo superado por la Ciudad de México con 110; y el Estado de México con 46; además, tenía 305 casos positivos y 339 casos sospechosos.
Hay Cholula, cholulita mía
El miércoles escribimos en Acantilado que San Pedro y San Andrés Cholula tienen un severo problema para controlar la pandemia. Un día después nos enteramos de que dos médicos de urgencias en el Hospital General de Cholula dieron positivo en la prueba para detectar contagios. La esperanza para ellos, dado que el personal no está suficientemente preparado para atenderlos, es que son relativamente jóvenes: uno tiene 35 y, otro, 40 años de edad.
Una de las preguntas obligadas es ¿cómo se contagiaron? La respuesta es simple: falta de asepsia, higiene, limpieza, como le quiera llamar, porque siguen sin personal de intendencia. El miércoles murieron cuatro pacientes en este mismo hospital, también por coronavirus. La alerta se centra en Urgencias y en Quirófano, las áreas menos sanitizadas.
Más de Cholula: dicen que la miseria humana asoma en tiempos de crisis. Viene a cuento porque en el Hospital General de Cholula el secretario de Salud estatal debe poner mucha atención para frenar las transas que cierto sujeto hace con la compra-venta de insumos.
No hace falta que publiquemos el nombre, al menos no por ahora, pero si lo quiere identificar, querido lector, ponga usted atención en quien ahí en el hospital cholulteca se diga mega palanca con la 4T y alardee de ser un don Juan.
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* Director editorial de www.datamos.com.mx